El 37 por ciento de los comerciantes de Mallorca ha afirmado que sus ventas disminuyeron en agosto con respecto al mismo mes del pasado año, frente al 6 por ciento que considera que fueron mejores y un 57 por ciento que dice que no variaron, según revela una encuesta realizada por la Asociación del Pequeño y Mediano Comercio de Mallorca (Pimeco) entre los comercios de confección, calzado y complementos de la isla.
Paralelamente, los datos de Palma no muestran grandes variaciones respecto a los valores insulares. Así, el 6 por ciento de los comerciantes de la capital balear asegura que sus ventas mejoraron respecto al mes de agosto de 2010, frente al 60 por ciento que cree que sus ventas se mantuvieron estables y un 34 por ciento que dice que empeoraron.
Para el resto de los pueblos de la isla, las ventas mejoraron para un 5 por ciento de los encuestados, fueron iguales para un 55 por ciento y empeoraron para un 40 por ciento.
El estudio señala también que, por lo que se refiere a actividad comercial global (ventas y afluencia de clientes), los comerciantes mallorquines dan al mes analizado un valor de 5 sobre 10, lo que supone un descenso de 2 décimas respecto al mes anterior (5,2 puntos) y sitúa a agosto a dos décimas por encima del promedio de los últimos doce meses, cuyo valor fue de 4,8 puntos.
Respecto al pasado mes de julio, tan sólo el 8 por ciento de los comerciantes encuestados sostiene que las ventas en el periodo analizado fueron mejores. Por el contrario, más de la mitad (52 por ciento) afirma que sus ventas fueron iguales y un 40 por ciento cree que empeoraron.
Por lo que se refiere a los comerciantes de Palma, el 8 por ciento considera que sus ventas fueron mejores en agosto respecto al mes anterior, mientras que en el resto de Mallorca esta percepción se sitúa en torno al 9 por ciento.
Asimismo, en Palma el 39 por ciento dice que las ventas han sido peores respecto en julio y en el resto de pueblos de la isla así lo considera el 41 por ciento de los encuestados.
Para Pimeco, los resultados presentados en su informe confirman un mes más la situación crítica de la economía insular, en la que se mantiene una severa restricción generalizada del consumo pese al efecto del turismo y a la considerable disminución del precio de los productos llevada a cabo por los comerciantes.