La Asociación de Empresas de Chárter Náutico de Balears denuncia que durante este verano se han incrementando las inspecciones de la Guardia Civil del Mar y del departamento de Medi Ambient en las zonas de fondeo de Cabrera y, especialmente, en Formentera, las cuales califica de «exceso de celo» su presidenta, Cristina Sastre.
La causa de este problema viene derivado porque, a diferencia de otros años, «este verano no se ha hecho la tradicional delimitación de zonas de fondeo, con las tradicionales boyas amarillas, lo cual provoca que los barcos, al estar las boyas ocupadas, tengan que fondear al ancla. Los consells y el Govern deberían tomar cartas en el asunto, porque las inspecciones que se realizan no parecen rutinarias y esto asusta, en cierto modo, a los clientes del chárter náutico que eligen el litoral balear para pasar sus vacaciones», puntualiza la presidenta del chárter náutico balear, que también lo es de la Federación Española de Alquiler Náutico (Fenan).
Discriminación
Las empresas de chárter náutico balear, asimismo, critican la política de inspecciones que se realizan en Formentera, «porque únicamente se centran en aquellos barcos cuyas empresas están radicadas en Mallorca, mientras que no actúan de la misma forma sobre otros barcos de la zona (pitiusos) o de titularidad extranjera. Indicar que las sanciones náuticas son muy elevadas y descompensadas».
Sastre añade que lo que está pasando este verano, «no tiene que volver a suceder el próximo verano, puesto que, al margen de las inspecciones, se están produciendo conflictos en las zonas de fondeo por falta de boyas. Exigimos a la administración un uso más racional de las mismas, que en los momentos punta se necesitarían entre un 20 y 30% más, pero siempre y cuando sea sostenible, porque está en juego la imagen y el futuro del litoral balear».