Un centenar de hoteles de Balears planean reconvertirse en condohoteles en los próximos años, una vez quede regulada esta nueva modalidad de alojamiento turístico en la Ley General Turística, ley que impide hasta la fecha el doble uso, el turístico y residencial, en la oferta reglada.
Las patronales hoteleras de Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera, que están consensuando con la Conselleria de Turisme la figura de los condohoteles en la modificación de la actual Ley General de Turística, que tendrá que ser aprobada por el Parlament, coinciden en señalar en que «no se trata de cambiar el uso del hotel, sino la propia actividad hotelera. La gestión hotelera continua, se consigue financiación para mejorar la infraestructura del establecimiento y, lo más importante, no desaparecen puestos de trabajo».
Uso turístico y residencial
El condohotel consiste en que un inversor compra una unidad de alojamiento, compuesta por una habitación/apartamento y, también, las otras unidades de negocios y zonas comunes, utilizándolo durante un tiempo estipulado y cediéndolo el resto del año al hotelero para su gestión como hotel a cambio de una rentabilidad.
Cuando el propietario no disfruta de la habitación, el propietario del complejo turístico u hotel puede comercializarlo, manteniendo de cara al exterior una sola unidad de explotación. Esta nueva figura alojativa tiene un componente muy importante, puesto que la empresa consigue captar recursos económicos para mejorar el establecimiento y poder mejorar su comercialización.
Los sindicatos CCOO y UGT, reticentes en un principio, piden que se asegure, ante todo, «el mantenimiento de los puestos de trabajo y que se analice caso por caso».
La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) y el propio Ministerio de Industria, Turismo y Comercio se decantan por los condohoteles, «porque es una salida óptima para los destinos turísticos maduros, como es el caso de Balears», puntualizan al respecto.
El sector hotelero balear apuesta por esta fórmula, en la que no se produce un cambio de uso, «es un nuevo producto desconocido en Balears, pero que tiene salida. Además, permite la captación de capital para invertir en los hoteles, en los que se mantiene la actividad de explotación, los puestos de trabajo y la apertura del hotel durante todo el año», afirman.