El director del aeropuerto de Palma, José Antonio Alvárez, siguiendo el protocolo de actuación fijado por sus predecesores, entre ellos Pedro Meaurio y Nemesio Suárez, movilizó al comité de crisis a media mañana de ayer para perfilar las actuaciones a realizar y evitar con ello el colapso en las terminales de Son Sant Joan.
Pese a todos los preparativos, AENA-Palma no tuvo que aplicar el plan de contingencia ayer noche, ya que simplemente se reforzaron pasadas las 00.00 horas de hoy las medidas de seguridad con la presencia de varias patrullas de la Policía Nacional, con el objetivo de escoltar a la docena de autobuses que habían acudido al aeropuerto a recoger turistas procedentes del Reino Unido y Francia. No hubo problema alguno, aunque sí momentos de tensión cuando llegó al lugar un piquete de una quincena de personas. Identificados por la fuerzas policiales y tras indicarles que no interfirieran el trabajo de los chóferes, mantuvieron una actitud pacífica.
Representantes de las empresas de autobuses indicaban en la zona de llegadas del aeropuerto, que algunos autobuses habían sido sido apedreados por los piquetes a la salida del aeropuerto, de ahí la presencia policial en la terminal.
Los touroperadores, principalmente alemanes, han dejado para esta mañana, entre las 06.30 y 08.00 horas el grueso de salidas, con cerca de 100 vuelos. Será en estas horas previas cuando AENA-Palma aplique el protocolo de actuación previsto, como es distribuir por la antigua terminal A a los turistas que sean desplazados de los hoteles con tres y cuatro horas de antelación. «No podíamos llevar antes de la medianoche a familias con niños desde los hoteles para que durmieran en el suelo encima de colchonetas. Hemos considerado más lógico trasladarles al aeropuerto a las 04.00 y 05.00 horas, para que sólo esperen entre tres y cuatro horas», explicaban ayer touroperadores y hoteleros de Mallorca.
AENA-Palma, en previsión de que se produzca una saturación en la terminal de salidas, facilitó todo tipo de recursos, con la colaboración de las empresas concesionarias (bares, restaurantes, servicio de limpieza), así como artículos de primera necesidad (agua, mantas, colchonetas, etc.) y un servicio de «babyroom» para los más pequeños.
Será a partir de esta mañana cuando se sepa la intención real de los sindicatos que han convocado la huelga. En Europa, mientras tanto, nos están mirando con lupa.