El presidente del Govern balear, José Ramón Bauzá, ha participado hoy en una cala de la isla de Cabrera en la suelta de tres tortugas marinas de la especie «Caretta caretta» que han sido curadas de las heridas que padecían.
Con este tradicional acto en el Parque Natural de Cabrera, que cumple su vigésimo aniversario, que busca concienciar a la ciudadanía de la necesidad de proteger la biodiversidad, las autoridades del archipiélago simbolizan su apoyo al programa del Gobierno de las Illes Balears, Aspro Natura y Marineland para el tratamiento y mejora de las tortugas que han sido encontradas heridas en el mar balear y, en general, para la defensa del medio ambiente.
Dos de las tortugas bobas soltadas fueron rescatadas el otoño pasado tras haber sido apresadas en mallas de pesca y la tercera lo fue en el mes de julio, también víctima de la misma circunstancia.
El ejemplar más joven, llamada «La Peque», pesa 2,3 kilos y fue encontrado en Colonia de Sant Jordi el pasado 1 de octubre, día en el que también se salvó a «Cami», de 29,1 kilos y recuperada en El Toro con una aleta amputada.
La tercera tortuga, «Irene», nombre en honor de la mujer que la salvó, pesa 25 kilos y fue localizada en Santanyí también sin una aleta.
En la orilla de la cala Santa María de Cabrera, el presidente del Govern balear, José Ramón Bauzá, siguió con mucha atención la suelta de tortugas y se interesó por sus circunstancias, alimentación y, sobre todo, preguntó qué hay que hacer si una persona se encuentra una tortuga herida en el mar.
Tras participar directamente en la suelta de la primera tortuga, «Cami», Bauzá pidió a la ciudadanía que se conciencie de la necesidad de proteger el medio ambiente y que se implique activamente en la defensa de la biodiversidad, al tiempo que recomendó que si alguien se encuentra una tortuga herida lo que tiene que hacer de inmediato es avisar al 112 para que el rescate lo completen los equipos humanos apropiados.
A la suelta de las tortugas asistieron también el alcalde de Palma, Mateo Isern, que echó al mar a «Irene; la directora general de Medio Natural, Educación Ambiental y Cambio Climático, Nieves Lliteras, que hizo lo mismo con «la Peque"; el presidente del Patronato del Parque Nacional Archipiélago de Cabrera, Alberto Catalán; el director del Parque, Jorge Moreno, y el director de Marineland, Pedro Codina.
El mar balear es un área importante de alimentación para la tortuga boba en sus viajes migratorios, ya que cada año pasan por sus aguas ejemplares de esta especie procedentes de poblaciones atlánticas y del Mediterráneo oriental.
Las tortugas marinas son especies emblemáticas de la fauna balear, de ahí que con este acto de liberación de ejemplares recuperados se pretenda alertar a la sociedad balear de la importancia que tiene la protección de las especies y los ecosistemas para garantizar la biodiversidad.
Baleares ha registrado en los últimos trece años 647 varamientos de tortugas bobas, la mayoría a causa de su captura accidental en mallas de palangre de superficie, así como tres de tortugas «Laud Dermochelys coriacea» y una tortuga verde «Chelonia mydas».
En el centro de recuperación de tortugas de Mallorca, en el que existe una base de datos con 318 historiales clínicos de animales recuperados, permanecen en recuperación cinco ejemplares.
Los biólogos han contabilizado en 324 los animales vivos que han tratado en el centro; el 70 % de los animales ingresados fueron recuperados y liberados.
Durante todo el año se observan varamientos de «Caretta caretta» en Baleares, aunque son los meses de julio a octubre en los que se produce el 78 % de los varamientos, la mayoría de ellos entre julio y agosto.
Desde el año 1998, en el que comenzaron a atenderse todos los varamientos de tortugas, el 45,95 % de los ejemplares que llegan al centro de recuperación de Mallorca varan vivos y el 54,05 % son animales que llegan muertos.