El presidente del Govern balear, José Ramón Bauzá, no ha concretado hoy si su ejecutivo, ante la falta de recursos, contempla la privatización de la gestión los hospitales de Manacor, Inca, Can Misses y Ramón Orfila, a pesar de que ha sido preguntado hasta en tres ocasiones por esta cuestión.
«En materia sanitaria, como en materia educativa como en materia de servicios sociales no se prescindirá de ningún servicio ni en cantidad ni en calidad», y se continuarán dispensando como hasta ahora «con la máxima calidad», ha aseverado el presidente tras ser recibido esta mañana en audiencia junto a sus consellers por el Rey en el Palacio de la Almudaina.
Este proyecto de privatización vendría recogido en las medidas del Plan Económico-Financiero del Govern que ha presentado al Gobierno central para cumplir las exigencias del control del déficit de Baleares.
El único centro sanitario que sería gestionado desde la propia Administración pública sería Son Espases, el hospital de referencia de las Islas Baleares.
El modelo de gestión privada de los hospitales públicos imitaría el que puso en marcha hace años la Generalitat valenciana con el hospital de Alzira, que es público aunque su gestión es privada, lo que conlleva un ahorro económico para las arcas públicas.
«He dicho y me mantendré en lo mismo: queremos contar con los mejores servicios y con la máxima calidad y cantidad en materia sanitaria, educativa y servicios sociales», ha vuelto a responder Bauzá.
El mandatario autonómico ha pedido a los periodistas que «no hagan interpretaciones», que sean «serios» y que «no creen alarma».
El Plan de Saneamiento Económico se hará público próximamente y ha sido redactado por la Vicepresidencia Económica del Ejecutivo balear.
Plan Económico-Financiero
El Plan Económico-Financiero presentado por el Govern y que cuenta con la aprobación del Ministerio de Economía y Hacienda, fechado el pasado mes de julio, propone la aplicación de «nuevas fórmulas de externalización» en diversos centros sanitarios y hospitales de Balears. En concreto, el documento alude a la experimentación del 'modelo Alzira' -cesión de la explotación a empresas privadas- al centro Virgen de la Salud y a los hospitales de Inca, Manacor, Mateu Orfila (Maó) y Can Misses (Eivissa. Además, se establece la necesidad de redactar «un convenio singular» con el hospital de San Juan de Dios. El objetivo de todas estas iniciativas es, según el documento elaborado por la Vicrepresidència Econòmica que dirige Josep Ignasi Aguiló «la reducción de costes».
Los recortes en materia de sanidad, y en concreto en el IB-Salut, centran buena parte del plan de ajuste financiero elaborado por el Govern. Así, además de plantear la posible venta del edificio del antiguo hospital de Son Dureta, aunque el inmueble no pertenece al Govern ya que su titular es la Administración central -en concreto la Seguridad Social-, una de las medidas más drásticas hace referencia a la eliminación de las guardias localizadas de los médicos.
Mediante «la racionalización de la guardia localizada y guardias de presencia», el Govern estima que podría ahorrarse 2,8 millones de euros. Los recortes en el colectivo médico se amplían con la creación de una sola lista de espera de pacientes, ampliando los horarios de atención y generando competencia entre la oferta pública y la privada. En la actualidad, las 'peonadas' médicas tienen un coste de 2,7 millones anuales.
Más recortes
La tijera del Govern en el IB-Salut se amplía a todos los capítulos. En gasto corriente el recorte será de 81,86 millones, aunque más duro será en el apartado de inversiones: De los 33,4 millones liquidados en 2010 se pasará a sólo 5,3 millones de euros.
Otra de las medidas propuestas por Aguiló es la de «limitar el horario de los puntos de atención de urgencias de la Atención Primaria».