Los vecinos del barrio palmesano de Sa Gerreria siguen soportando el exceso de ruido que se produce cada martes por la noche como consecuencia de la Ruta Martiana y, según sostiene el presidente de la Asociación de Vecinos de Canamunt, Ferran Tarongí, los problemas generados por el intenso ruido «están empeorando».
En declaraciones a Europa Press, Tarongí ha afirmado que la noche de este martes las calles que confluyen en la Ruta Martiana se volvieron a llenar de gente que, en contra de lo que permite la ley, bebió en la calle con vasos de cristal e hizo ruido hasta altas horas de la madrugada.
Por ello, Tarongí denuncia que el Ayuntamiento no está aplicando «ninguna de las medidas electorales anunciadas» para compatibilizar el descanso de los vecinos con el ocio de la zona, que ha dinamizado la economía en el sector de la restauración en ese encalve del casco antiguo.
Cabe recordar que el alcalde de Palma, Mateu Isern, prometió durante la campaña electoral «reconducir» los horarios de la Ruta Martiana. Sin embargo, según Tarongí, ningún miembro del Consistorio se ha puesto en contacto con los vecinos para intentar encontrar una solución a este conflicto, que dura ya varios meses, y que se ha acentuado con la llegada del calor puesto que gran parte de los vecinos duerme con las ventanas abiertas.
«Es imposible descansar»
Pese a ello, Tarongí asegura que los horarios «no se han modificado» y que es «imposible descansar», por lo que cree que el Ayuntamiento tiene una actitud pasiva en este asunto.
«Lo único que pedimos es poder dormir, ésa es nuestra única reivindicación», enfatiza Tarongí, que reclama al alcalde que «acabe» con esta situación y «aplique» la Ordenanza del Botellón, no sólo en el Paseo Marítimo, sino también en la zona de sa Gerreria.
Por ello, el presidente de los vecinos de Canamunt no comprende cómo el Ayuntamiento sí ha escuchado «las peticiones» de los comerciantes y hoteleros que pedían el descanso de sus clientes, en la zona del Marítimo, pero «no hace caso a los vecinos» de sa Gererria.
La Ruta Martiana ha generado desde hace meses un conflicto con los vecinos, quienes aseguran que es imposible descansar ante la gran afluencia de gente que acude a los bares a cenar entre semana.
Por su parte, en el mes de abril la Fepae presentó un contencioso administrativo contra Cort ante los elevados niveles de ruido que se registran como consecuencia de la masiva concentración de jóvenes hasta altas horas de la madrugada. La Fepae ambién acusó al Consistorio de Palma de «inactividad».