El juez de guardia de Palma ha decretado libertad con cargos para los dos hombres detenidos ayer durante la manifestación por las calles de la capital balear protagonizada por «indignados» del movimiento 15-M para protestar contra su desalojo de la plaza de España.
El titular del Juzgado de Instrucción 7 de Palma, en funciones de guardia, ha tomado declaración esta tarde a las dos personas y finalmente ha decidido dejarlos en libertad acusados de un delito de atentado contra la autoridad.
A los Juzgados de Vía Alemania, donde han sido trasladados desde los calabozos de la Jefatura Superior de Policía, ha acudido un centenar de «indignados» para apoyar a los arrestados, a quienes han recibido con aplausos y sonido de cacerolas.
La Fiscalía, ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Baleares, no ha pedido ninguna medida cautelar contra ellos.
El abogado de los detenidos, Pablo Alonso de Caso, ha indicado a los periodistas que sus defendidos se negaron ayer a declarar ante la policía y hoy han comparecido ante el juez.
Ha explicado que ha aportado dos vídeos de dos noticias en las que se recoge el momento en que fueron detenidos que demuestran que ambos «no mostraron ninguna actitud de resistencia ni practicaron ninguna fuerza contra los agentes»
«Es más, yo diría que los agentes pudieron extralimitarse en su cometido», ha añadido el abogado.
Critican el abuso policial
Los «indignados» de la plaza de España en Palma han denunciado «el abuso policial» y la «agresión brutal» de la que fueron objeto ayer durante el enfrentamiento con la Policía en la manifestación que habían convocado por el desalojo del punto de información de «plaza Islandia». El portavoz de la acampada de Palma y uno de los heridos leves tras el suceso, Manu Luna, ha confirmado que cerca de unas 25 personas resultaron heridas tras el enfrentamiento y que él recibió un porrazo en la espalda y varios empujones en todo el cuerpo.
Uno de los promotores del movimiento ha indicado que el propósito es que cada uno de los heridos presente una denuncia individual y formalizar también una colectiva por la actuación de la policía, que consideran brutal e injustificada.
No obstante, la decisión se adoptará definitivamente esta tarde en la asamblea convocada para las 19.00 horas en la Plaza de España, contra cuyo desalojo poco después de las 0.00 horas del lunes protestaban los 150 manifestantes contra los que anoche cargó la policía.
El 061 ha confirmado traslado de un hombre de 60 años en al hospital de Son Espases, que resultó herido tras el enfrentamiento entre «indignados» y Policía. Sin embargo, fuentes de Son Espases han señalado que no hay ninguna persona ingresada hoy como producto del incidente de anoche. El resto de heridos acudió al PAC de Escola Graduada para obtener un parte médico que utilizará para presentar denuncias individuales y conjunta por la agresión policial, ha añadido Luna, quien ha informado que cerca de 50 policías estuvieron anoche en el centro de salud para identificar a los «indignados» que allí estaban.
El Servicio Balear de Salud (IbSalud) ha confirmado que, efectivamente, Escola Graduada atendió anoche a varias personas heridas leves producto de la carga policial, pero no ha precisado a cuántas. Luna ha señalado que ayer se encontraban en la plaza de España cerca de 700 personas, convocadas para protestar contra el desalojo inesperado del punto de información que permanecía allí, y hoy se han vuelto a reunir unas 25 para continuar con la labor de información.
El portavoz de la acampada ha añadido también que ellos solicitaron la semana pasada la autorización al alcalde de Palma , Mateu Isern, para continuar con el punto de información en «plaza Islandia», pero todavía no han recibido respuesta.
Como consecuencia del balance de los incidentes de ayer, lo de los agentes que ayer cargaron contra las personas pacíficamente concentradas en la Plaza de España, los integrantes del movimiento 15-M de Palma preparan una denuncia colectiva contra la Policía Nacional por las agresiones, pero no defenderán a aquellos contusionados que se enfrentaron a los antidisturbios.
En paralelo a la asamblea celebrada esta tarde, el grupo de trabajo legal, asistido por varios abogados en ejercicio, ha decidido que se prestará asistencia jurídica a los heridos que fueron golpeados en las dos cargas que la policía llevó a cabo en la Plaza de España, donde entienden que no hubo provocación alguna.
Sin embargo, al margen del apoyo personal, no ampararán a aquellos manifestantes que sufrieron porrazos tras desobedecer las órdenes de la policía de disolver la manifestación espontánea o enfrentarse a los agentes.
Carlos, uno de los portavoces del colectivo, ha explicado a EFE que unas quince personas que estaban "pacíficamente" concentradas en la Plaza de España fueron agredidas de manera injustificada e indiscriminada, por lo que sus denuncias a título particular serán gestionadas de forma colectiva con el respaldo del movimiento.
Asimismo, ha asegurado que se presentarán sendas quejas formales ante la Delegación del Gobierno y el Ayuntamiento de Palma tanto por la actuación violenta de los policías nacionales y locales como por las "coacciones" a las que sometieron a los heridos al acudir a identificarlos cuando eran atendidos en un centro de salud.
Medio millar de personas se han vuelto a congregar esta tarde en la Plaza de España para participar en una asamblea centrada en las críticas a las cargas policiales y a la detención de dos jóvenes, que han sido puestos en libertad esta tarde y sobre los que pesa la acusación de atentado a la autoridad.
En torno a la asamblea se han desplegado una treintena de agentes de policía cuyo responsable se ha dirigido a los congregados para advertirles de que su propósito era no disolver la concentración si discurría por cauces pacíficos y permitir que los asambleístas se desplazaran a otros puntos de la ciudad siempre que avisaran de su intención y circularan sin cortar el tráfico.
"Apelo a vuestra responsabilidad. Se os está dando un margen muy amplio. No entréis en provocaciones", ha recalcado el jefe del operativo policial.
Inmediatamente se ha dirigido a los medios de comunicación allí congregados la madre de uno de los jóvenes detenidos ayer, que se ha mostrado convencida de que fue la policía la que agredió a su hijo y no al revés, y ha expresado su apoyo al 15-M.
La asamblea ha discurrido después por cauces tranquilos, con protagonismo absoluto para las intervenciones contra la actuación de la policía, a la que han acusado de infringir la ley y los códigos que deben regir su actuación con el amparo y el encubrimiento de la justicia y los políticos.
El único momento de cierta tensión se ha producido cuando parte de los congregados se ha dirigido a los agentes que les vigilaban para entregarles un escrito en el que recogían los preceptos que habían incumplido en las cargas de ayer, ocasión que han aprovechado para insultar a la policía algunos jóvenes que han sido reprendidos por sus compañeros.
Detenidos y contusionados
Dos detenidos y una decena larga de contusionados es el balance de las tres cargas policiales con las que finalizó la asamblea celebrada en la tarde de ayer en la Plaça d'Espanya de Palma por los 'indignados', un grupo de los cuales quiso trasladar la protesta a otros puntos de la ciudad.
Las plazas de Santa Eulàlia, Olivar y Espanya fueron los puntos 'calientes', donde la policía cargó contra los 'indignados' que no tenían ninguna autorización para manifestarse.
Pasadas las diez de la noche se retiró el grueso del dispositivo policial, mientras entre los convocantes se recopilaban vídeos para denunciar a los agentes y se organizaba una visita masiva al PAC para recoger partes médicos con los que avalar sus denuncias ante el Juzgado de Guardia.
Entre los integrantes del movimiento del 15-M la indignación era patente por entender que la respuesta policial había sido desproporcionada y muy violenta.
Asamblea
Alrededor de trescientas personas participaron en la tarde de ayer en la asamblea convocada en la Plaça d'Espanya por los integrantes del movimiento del 15-M, después del desalojo de los acampados en la madrugada del lunes. La zona estaba custodiada por efectivos de la Policía Local y Policía Nacional.
Jóvenes, jubilados, amas de casa, estudiantes, trabajadores en paro, funcionarios..., integraban el heterogéneo grupo de ciudadanos que dieron su apoyo a las reivindicaciones de los 'indignados', además de la protesta por la intervención policial en su desalojo de la plaza -para ellos continúan siendo la plaza de Islandia-.
Manu Luna, uno de los portavoces, comentó que «tras el desalojo nos impidieron que mantuviéramos asambleas en la plaza de Cort y finalmente acabamemos en el Parc de la Mar», añadiendo que «la relación con la policía fue en todo momento cordial, nuestro movimiento no es violento».
Al igual que quedó patente en la asamblea posterior, Luna reivindicó «la posibilidad de mantener un punto de información en la plaza, hemos pedido una entrevista con el alcalde para abordar esta cuestión». Respecto a los motivos del desalojo, el portavoz de los 'indignados' no ocultó que «el movimiento se ha desvirtuado», aludiendo a la incorporación de grupos ajenos al 15-M en la acampada, pero insistió en la voluntad de que «todo siga igual», en relación con las asambleas y talleres.
Resistencia
Tras extender varias pancartas en el suelo con mensajes como «Aquí manda el pueblo» o «La unión hace la fuerza», comenzó la asamblea general en la que se criticó con dureza la intervención policial en el desalojo al tiempo que se insistía en la adopción de diversas medidas destinadas a mantener vivo el movimiento de protesta.
«Nos tratan como si fuéramos unos delincuentes», decía uno de los participantes en la asamblea que también proponía «reducir la jornada laboral a cinco horas para bajar las cifras del paro». Los políticos -sólo estaban presentes los concejales del PSM en Cort Antoni Verger y David Llobet-, y especialmente la banca fueron objeto de las críticas de los concentrados.
La voluntad de permanencia del movimiento quedó patente con la convocatoria el próximo domingo, a las 6 de la tarde, de una marcha contra la subida de sueldo de los políticos, una acción para evitar un desahucio en Pollença el miércoles y la sucesión de talleres y protestas en las barriadas -como la anunciada en favor de la peatonalización de la calle de Blanquerna-.
La asamblea finalizó con un recorrido por las principales calles de Palma.