Cáritas Mallorca ha detectado desde el pasado verano una ligera bajada y posterior estancamiento en el número de personas que pide ayuda, aunque ha alertado de que su situación es cada vez peor porque hay una tendencia a la «cronificación» de los problemas sociales causada por la escasez de trabajo.
La asociación ha presentado hoy en rueda de prensa su memoria del año 2010, que indica que el colectivo que más sufre la crisis es el de los inmigrantes (el 78 % de las personas que atiende) y el de los jóvenes de entre 25 y 40 años con niños pequeños.
En ese año, asistió de forma directa a 4.738 personas en la isla, una ayuda que benefició, calcula la organización dependiente de la Iglesia, a alrededor de 10.000 personas.
El director de Cáritas Mallorca, Antoni Vera, ha explicado que la franja de gente en situación de vulnerabilidad ha aumentado de forma «preocupante», ya que la condición de desempleo de estas personas se ha alargado en el tiempo y ello ha provocado que las familias tengan aún más problemas para llegar a fin de mes.
Es, por tanto, la «persistencia» de la crisis lo que causa más problemas porque que requiere de una intervención social más compleja y continuada, ha indicado Vera.
Por todo ello, la situación de estas personas es, según ha dicho, de «desánimo» e incluso de «desesperación», lo que ha provocado que algunos inmigrantes, especialmente de Latinoamérica, hayan tenido que regresar a sus países de origen.
La secretaria general de la organización, Margalida Riutort, ha coincidido en la «falta de esperanza y espectativas» de las personas que sufren la crisis, aunque ha añadido que desde el verano de 2010 se ha detectado una bajada y luego un estancamiento de los demandantes de ayuda.
Si bien ha señalado que esta bajada es normal en verano por la temporada turística y se pudo mantener en octubre por una reorganización de los servicios de Cáritas, ha añadido que durante este año no ha vuelto a subir.
Ayuda
Así, si antes de verano de 2010 la asociación atendía a una media de 750 personas mensuales, ahora ayuda a entre 650 y 700 personas al mes. «Seguimos manteniendo un nivel muy elevado de actividad, pero no tan grande como el año pasado», ha resumido Riutort.
Por colectivos, aparte del de parejas jóvenes con niños, también destaca el de personas que han acabado procesos de inserción sociolaboral y vuelven a pedir ayuda porque no han encontrado trabajo; los que acuden por primera vez como consecuencia del paro, principalmente mayores de 45 años; mujeres solas con cargas familiares, y hombres solos.
Riutort ha incidido asimismo en un nuevo colectivo demandante de ayuda: el de las mujeres inmigrantes que llevan muchos años en la isla pero que no habían salido prácticamente de sus casas porque su marido trabajaba, y que ahora buscan trabajo sin conocer siquiera la lengua.
También se ha registrado un ligero aumento del número de españoles que pide ayudas sociales, en concreto en un 3 % respecto a 2009.
En cuanto a las zonas con más pobreza, ha indicado que en la capital es, en primer lugar, el barrio de Playa de Palma; seguido de la zona de Son Gotleu, Soledad y Pere Garau, y de la del ensanche de Avenidas y General Riera. En los pueblos, destacan las localidades turísticas costeras, que durante el invierno se quedan sin servicios.
Las ayudas que más piden los necesitados de la isla son, ha apuntado Riutort, las destinadas a vivienda, pero ha señalado que mucha gente ha vuelto a vivir en casa de sus padres y, en el caso de los inmigrantes, han pasado de vivir en casas a hacerlo en habitaciones.
En el aspecto económico, Cáritas ha gastado en 2010 unos 3,9 millones en ayuda social, dinero que provino en un 46 % de las Administraciones Públicas (en 2009 este porcentaje ascendió al 60 %), en un 45 % de recursos propios (en 2009 el 33 %) y en un 9 % de entidades privadas (en 2009 el 7 %).
El aumento de los recursos propios se explica en parte, según ha concretado, por la subida de un 10 % en el número de suscriptores.