La Asociación Memoria Histórica de Mallorca inauguró ayer el 'Muro de la Memoria' en el cementerio de Palma, un espacio que pretende rendir homenaje al a sufrimiento de 1.560 personas asesinadas por el franquismo tras la Guerra Civil y también a sus familiares, según destacó la presidenta de la entidad, Maria Antònia Oliver.
Al acto acudieron un centenar de personas, muchas de ellas familiares de las personas represaliadas por la dictadura franquista, así como representantes de partidos de izquierda de Balears, caso del PSM-Iniciativa-Verds o Esquerra Unida. Asistieron en representación del Govern la consellera de Afers Socials en funciones, Fina Santiago, y la concejala de Cultura en funciones del Ajuntament de Palma, Nanda Ramon.
Maria Antònia Oliver recordó que los cementerios de Palma, Porreres y Manacor concentraron gran parte de los fusilamientos ejecutados por el régimen franquista tras la contienda, de ahí que la asociación haya habilitado este 'Muro de la Memoria' en el cementerio de Palma en donde pueden leerse los nombres conocidos de los hombres y mujeres asesinados.
Memòria de Mallorca ha realizado una labor de recopilación de información para conocer las identidades de las personas asesinadas, aunque no lo ha conseguido en todos los casos, ya los registros franquistas no precisaban en todas las ocasiones los nombres de los hombres y mujeres fusilados. Maria Antònia Oliver indicó que la entidad seguirá trabajando con el objetivo de identificar a todos los muertos.
La concejala de cultura de Palma en funciones, Nanda Ramon, fue la encargada de abrir el acto. En su parlamento, destacó que este 'Muro de la Memoria' «viene a saldar una parte de la deuda existente con las víctimas del franquismo», un periodo de la historia de España del que destacó la «represión y la ignominia». Ramon subrayó que las personas asesinadas «dieron su vida por luchar por la libertad».
En los mismos términos, la consellera de Afers Socials en funciones, Fina Santiago destacó que la habilitación de este 'Muro de la Memoria' contribuye a generar una «memoria colectiva» a partir de las historias personales. Santiago finalizó su intervención con un «viva la República y la libertad».
Por su parte, el escritor Llorenç Capellà indicó que el régimen mató a estas 1.560 personas, pero no a sus ideas. «Nostros tenemos la responsabilidad de manterlas vivas», dijo.
Tras el homenaje, se acompañó a los familiares a la Plaza de las Fosas y, después, hubo una interpretación musical a cargo del Grup de cambra del Cor y la Orquestra de Joves Intèrprets del Països Catalans.