«Por primera vez después de trescientos años -dijo ayer el presidente Antich- nos reunimos para reconocer la gravísima injusticia cometida con aquellos mallorquines que en 1691 fueron perseguidos, encausados y condenados por la Inquisición a causa de su fe y sus creencias».
El Govern balear honró ayer, en solemne acto en el patio del Consolat de Mar, la memoria de los treinta y siete judíos conversos ajusticiados por la Inquisición en los «autos de fe» de mayo y junio de 1691, que quiso hacerse extensible por parte del Ejecutivo autonómico «al sufrimiento de judíos, conversos y xuetes de Mallorca durante los últimos quince siglos».
En el acto de ayer tomaron también la palabra el rabino mallorquín Nissan Ben Avraham; Aina Aguiló Bennásar, descendiente de judíos conversos de la Isla; Joseph Wallis Valls , rabino israelí descendiente del también rabino Rafael Valls, quemado vivo en uno de los autos de fe de 1691 -que pronunció una kadisha , oración judía en recuerdo de los muertos-, y Michael Freund, fundador y presidente de la ONG norteamericana 'Xavé Israel', principal promotora del Memorial junto al Govern. En todos sus parlamentos hubo coincidencia al resumir que actos como el de ayer «hacen que la memoria se convierta en justicia».
En la organización del acto intervinieron también Comunitat Jueva de les Illes Balears, Institut de Relacions Culturals Balears-Israel, ARCA, Llegat Jueu, Memoria del Carrer, la revista de historia y cultura judías Segell , y Tarbut Cultura Jueva Mallorca.
Un concierto a cargo de un quinteto de la Sinfónica de Balears con piezas de reminiscencias hebraicas y una espectacular suelta de palomas pusieron fin al acto.