El juez instructor del 'caso Palma Arena', José Castro interrogó ayer a los arquitectos Luis y Jaime García-Ruiz por un préstamo de 800.000 euros (400.00 euros cada uno) que se autoconcedieron a través de su empresa GR1 y que, según Hacienda, es una 'simulación' contable po la que deberían haber tributado. Los García-Ruiz, defendidos por el abogado Josep Zaforteza, explicaron que en estos momentos estaban «devolviendo» el importe de ese préstamo.
Ambos arquitectos declararon en calidad de imputados en la pieza 26 del 'caso Palma Arena', en la que se investiga un delito fiscal respecto a las facturaciones de la empresa de los hermanos, autores de las obras del velódromo tras sustituir al alemán Ralf Schürmann. Asimismo, los García-Ruiz admitieron que realizaron una provisión de fondos por valor de 400.000 euros dentro de la contabilidad de GR1, si bien negaron que esta operación sirviese para no tributar la cantidad y enmascarar beneficios presuntamente ilícitos procedentes de la construcción del velódromo palmesano.