Es el centro docente que mantiene abiertas sus puertas con más solera del mundo, 450 años, y el más antiguo de los que rige la Compañía de Jesús. La historia del Colegio de Nuestra Señora de Montesión se remonta al mes de agosto de 1561, con la llegada de los primeros jesuitas a Mallorca. Se iniciaba así una presencia muy vinculada a la labor docente en el edificio de la calle de Montesión en Palma, aunque la presencia de la orden fundada por san Ignacio de Loyola no siempre fue permanente, unas intermitencias vinculadas a los avatares políticos en España -como cuando albergó un cuertal de Artillería durante la Guerra de la Independencia o el Instituto Balear tras la expulsión de los jesuitas-.
Miles de estudiantes se formaron entre las paredes que circundan el patio central del edificio, unas aulas en las que se fue forjando un estilo particular de enseñanza que, según el presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos de Montesión, Bernat Obrador, «se consideraba elitista porque acudía la flor y nata de la sociedad balear, allí iban los hijos de la nobleza. Sin embargo, en el siglo XX ya no era así, Montesión se caracterizaba por su disciplina y nivel de exigencia. Los jesuitas siempre fueron avanzados a su época».
Obrador reconoce que la enseñanza en Montesión «imprimía carácter, aplicaban un modelo común en todos los centros, la ratio studiorum- que se basaba en la emulación de los destacados».
Seriedad y coherencia
El profesor Jaume Llabrés ha estado vinculado durante 50 años a Montesión -diez como alumnos y el resto como profesor de Latín, Griego, Literatura, Cine, tutor, jefe de estudios y primer director general seglar-.
«En el buen sentido del término soy un exponente de la educación jesuítica», reconoce Llabrés, el cual considera que la caractrerística básica del centro «ha sido la seriedady la coherencia, más que la exigencia. Montesión no ha ido dando bandazos», y añade que «no es cierto que fuera un centro clasista -ahora está concertado-, los cursos eran heretogéneos; siempre ha habido alumnos becados».
Para Llabrés «es un mito que los jesuitas hicieran indicaciones al profesorado», aunque admite que con los años «su espíritu se ha diluído, ya solo queda en las generaciones mayores».
Proyección social
«Hasta la década de los 70 el colegio tuvo una enorme proyección social», asegura el padre Pedro Llobell. Desde la Compañía de Jesús se crearon el Patronato Obrero en 1907, del que el padre Ventura fue su máximo promotor, y la Congregación Mariana, con el padre Sabater al frente. Ambas organizaciones ya se han independizado.
Llobell, único jesuita que imparte docencia en la actualidad, considera que «la formación ignaciana se mantiene». En la actualidad Montesión tiene 1.400 alumnos en sus centros de Palma y Son Moix.
El próximo sábado, la Asociación de Antiguos Alumnos ha organizado los actos centrales de la conmemoración del 450 aniversario del Colegio de Nuestra Señora de Montesión.