«No descarto la reclamación judicial», aseguró ayer el president del Govern, Francesc Antich, al referirse a la negativa del Ministerio de Economía a liquidar el Fondo de Competitividad correspondiente a este ejercicio, que en el caso de Balears se eleva a 240 millones de euros.
Antich, no obstante, quiso precisar que «estamos en un proceso de negociación (con el Ministerio) y, por tanto, la situación no está cerrada». Respecto a la posibilidad de solicitar una autorización para emitir un nuevo paquete de deuda pública, el president dijo que «nuestro objetivo es sacar el máximo partido al actual sistema de financiación». En esta línea, recordó que «en Balears tenemos un desfase de diez años en el sistema de financiación y nuestros presupuestos ya son austeros».
Respecto a las críticas del resto de formaciones políticas, incluso de las que están integradas en el Govern, el president Antich indicó que «abordaremos este tema en la próxima reunión y en función de cómo se desarrollen las negociaciones ampliaremos los contactos al resto de fuerzas políticas».
Compensación
El titular de la Conselleria d'Economia, Carles Manera, que asistió el pasado miércoles al Consejo de Política Fiscal y Financiera, defendió la via de negociación con el Gobierno frente a la reclamación judicial, «creo que los resultados serán mejores. Nosotros no tenemos interés en judicializar el problema», dijo.
Respecto a los argumentos de Madrid para negar el abono del Fondo Competitividad -la crisis y las exigencias de la Unión Europea sobre el déficit público-, el conseller Manera replicó que «nosotros también los tenemos, pero necesitamos una compensación por esos 240 millones de euros que ya tenemos presupuestados». Balears, según datos del Ministerio, es la tercera comunidad más endeudada con un 4,16% del PIB en 2010.
Manera, que se mostró muy cauto respecto a las consecuencias del impago del Fondo de Competitividad a Balears -situación que comparte con Catalunya, València, Madrid y Murcia-, abogó por lograr pacta «un instrumento técnico» que permita acceder a estos recursos. En esta línea, el conseller defendió como alternativa «un traspaso de deuda pública como fondo finalista y con el compromiso de saldarlo cuando el Estado abone el Fondo», previsto para el ejercicio de
A modo de conclusión, el conseller reconoció que «vivimos una coyuntura muy complicada. En la Administración estamos sufriendo la resaca de la crisis mientras la economía real, como se evidencia en la mejora de la recaudación tributaria, está comenzando a despegar. Por eso estoy convencido de que resolveremos la situación».