Los dos juzgados de lo Mercantil de Palma, encargados sobre todo de las quiebras de empresas por la crisis económica, soportaron en los últimos años una carga creciente de casos -máximo histórico en 2009 con 1.460 ingresados- que a día de hoy arroja un balance de más pendencias por resolver que sentenciadas.
El Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) reclama en su Memoria de 2010 un tercer juzgado Mercantil para que no se paralicen las resoluciones, o en su defecto aumentar sus plantillas, que a día de hoy son inferiores a las de un juzgado de Primera Instancia.
Deudas 'menores'
Según cifras oficiales, en 2008 ingresaron en estos juzgados especializados un total de 1.228 casos, mientras en 2009 fueron un 20% más y el año pasado se redujeron en la misma proporción pero desde la cifra más alta conocida.
El número de casos ingresados -desde los monitorios por impagos entre empresas inferiores a 30.000 euros hasta las suspensiones de pagos-, se han doblado en los últimos seis años.
Otro tanto sucede con la ejecución de préstamos hipotecarios por impago de las cuotas mensuales (tanto de particulares, como de empresas), las cuales normalmente concluyen en forma de desahucios y subastas.
Los juzgados de lo Mercantil de Balears han visto crecer su trabajo de modo tan significativo por la crisis que si en 2007 hubo 66 empresas y particulares que se enfrentaron a un concurso de acreedores (voluntario o forzado), en 2009 rondaron los 600 y siguieron creciendo hasta que «desde hace unos meses empieza a notarse la búsqueda de la mediación en vez de un prolongado pleito», apuntaron fuentes judiciales.