El Ajuntament de Palma celebró ayer el último pleno de la legislatura que, como viene siendo habitual, estuvo centrado en los reproches entre gobierno y oposición.
n Libre designación. El pleno aprobó ayer, con los votos a favor del PP y la oposición del equipo de gobierno, que la convocatoria de provisión de 31 plazas de libre designación se realice tras las elecciones municipales del 22 de mayo. «A menos de 35 días para las elecciones un gobierno debe gestionar una situación transitoria, sin dejar hipotecas», manifestó el portavoz del PP en Cort, Julio Martínez; al tiempo que lamentó que el gobierno ya ha anunciado que no piensa cumplir este acuerdo plenario. La regidora de Funció Pública, Lupe Pulido, explicó que se trata de competencias del gobierno, y no del pleno, y aseguró que «la libre designación es un procedimiento público y transparente.
n Código del buen gobierno. El código del buen gobierno fue otro de los asuntos más polémicos del día. La propuesta del equipo de gobierno no se pudo llegar a votar, porque el PP presentó una alternativa que fue aprobada, en la que el pleno lamenta que el equipo de gobierno haya incumplido los dos acuerdos plenarios sobre el código ético. Exactamente en 2009 se acordó la aprobación de un código ético para el gobierno de Calvo, mientras que el segundo acuerdo decía que debería estar aprobado antes de julio de 2010. «Si votásemos a favor seríamos cómplices de esa falta de ética», espetó Martínez. En su opinión, presentar el código ético en el último pleno es una cortina de humo para tapar la «poca gestión y los casos de corrupción de esta legislatura». Además, reprochó que «un gobierno que está gracias a la compra de votos hable de medidas para reforzar la democracia». El portavoz del Bloc, Eberhard Grosske, le respondió que no le admite un debate ético porque «su líder máximo en Palma, Rodríguez, llenó páginas de los diarios diciendo que la moción estaba hecha». Martínez se desmarcó y destacó que él y sus compañeros de grupo se negaron a la moción de censura con UM.