La Fundació Escola Catòlica de les Illes Balears asumirá a partir del 1 de enero del año próximo la titularidad del Col·legi Sagrat Cor de Palma, perteneciente a la Congregación de Religiosas del Sagrado Corazón, que llegaron a la Isla en el año 1902 para iniciar su labor educativa. La razón de este cambio de titularidad es preservar el ideario religioso del centro ante la imposibilidad de un relevo generacional dentro de esta Congregación, fundada en París en 1800.
Hace unos cuatro años la patronal mayoritaria de los colegios religiosos de Balears (que aglutina a un total de 78 centros de todas las Islas) aprobó la creación de esta fundación, de ámbito autonómico, a fin de salvaguardar a sus centros ante el hecho, que se veía venir, de que algunas órdenes o congregaciones se vieran obligadas, por la falta de nuevas vocaciones o por problemas económicos, a constituir su propia fundación o ceder la gestión del centro a otra ya existente o dejarlo en manos laicas.
Jubiladas
El asesor legal de Escola Católica, Marc González, explicó que la titularidad del Col·legi Sagrat Cor de Palma «es la primera que asume esta Fundació desde su creación, pues en estos momentos tan sólo cuenta con una religiosa al frente, mientras que el resto, cerca de una decena, ya está jubiladas y viven en la residencia de la Congregación contigua al colegio».
A partir del momento en que se asuma la titularidad -la propiedad seguirá siendo de la Congregación- la Fundació contará con un representante en el colegio, que actuará de enlace entre la Fundació y el equipo directivo y docente actual, que se mantendrá.
El Sagrat Cor es uno de los centros católicos concertados de referencia de la ciudad, de tamaño medio, con tres líneas de Infantil a ESO y unos 1.2.00 alumnos.
Las congregaciones y órdenes religiosas fueron las primeras interesadas en la creación de esta nueva Fundació, que preside Marta Monfort, para garantizar que los colegios católicos sigan siéndolo si llegan, como es el caso, problemas de relevo generacional o de tipo económico. Esta fórmula contempla la creación de un fondo económico entre todos los miembros para la asistencia mutua.