«Yo personalmente he cobrado». Dos empleados de Funeraria declararon ayer en un juzgado de lo Social de Palma que cobraron comisiones a cambio de recomendar a ciudadanos que acudieran a una determinada empresa de mármoles para comprar lápidas. Los dos empleados fueron propuestos como testigos por la propia empresa en el juicio por el despido de uno de los cuatro trabajadores expulsados por este asunto.
Tal y como informó Ultima Hora a finales del año pasado, una investigación encargada por la empresa municipal a un detective privado reveló estos manejos. Como consecuencia cuatro empleados que, según la investigación cobraron comisiones, fueron despedidos. Ahora, los cuatro han acudido a la vía judicial y han planteado en un juzgado de lo Social la nulidad de la medida disciplinario. De esta manera, el primer tribunal que tendrá que decidir sobre el fondo de este asunto será el Juzgado de lo Social número 4 de Palma.
El primero de los despedidos cuyo juicio ha sido señalado negó ayer que cobrara comisiones pero sí reconoció que les enviaba a este marmolista. Cuando fue preguntado por qué desoyó la orden de enviar a cualquiera que preguntara por una lápida a las oficinas de ventas, señaló: «Se especificó que los mandaríamos a la empresa, pero no que no podíamos enviarlos a otro sitio». También dijo que recomendaba a la otra marmolería porque las empresas con las que trabajaba la compañía municipal «trabajaban mal».
El gerente de la Funeraria, Joan Martí, relató cómo después de poner en marcha el servicio de marmolería en la propia empresa municipal detectaron que muchos ciudadanos agradecían que les hubieran enviado a otro sitio. Ésto hizo saltar las alarmas y llevó a la investigación, en la que existe un vídeo que delata a los empleados.
Los dos trabajadores que reconocieron que la marmolería les pagaba están desde hace años en el departamento de ventas y dejaron el cementerio hace cerca de diez años.