La presidenta de la Federación de la Asociación Hotelera de Mallorca, Marilen Pol, ha defendido el trato que dispensan los trabajadores extranjeros a los turistas, desmarcándose así de las declaraciones realizadas por el presidente del Fomento del Turismo de Mallorca, Pedro Iriondo, quien ha asegurado que los empleados sudamericanos y africanos no pueden vender la isla como lo harían los mallorquines.
En declaraciones a Europa Press, Pol ha expresado su desacuerdo con estas declaraciones y ha destacado que en Mallorca hay extranjeros que trabajan en el sector turístico y que son «tremendamente profesionales», porque se han formado y trabajan de «forma excelente».
De alguna forma, ha señalado Pol, Iriondo ha podido «querer decir» que las personas nacidas en esta tierra «la sienten» y «transmiten unos valores» a los visitantes, si bien, por otra parte, los extranjeros que trabajan en Mallorca, ha considerado Pol, se sienten «muy agradecidos con esta tierra de acogida».
En este sentido, la presidenta de los hoteleros ha hecho hincapié en que cuando se ha cuestionado el trato que los residentes dan a los turistas nunca se ha distinguido entre los nacidos dentro o fuera de la isla, sino que el sector coincide en que hace unos años «los propios mallorquines eran más serviciales y hospitalarios» con los turistas, que en la actualidad.