Los promotores inmobiliarios culpabilizan a las entidades financieras de paralizar la recuperación de la construcción y el empleo con su negativa a financiar nuevos proyectos inmobiliarios, según afirmó ayer el presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Balears, Gabriel Oliver, antes de la celebración de la asamblea general anual que la patronal celebró en el hotel Valparaíso de Palma.
Stock de pisos
El responsable de la patronal indicó que Mallorca cerró el año con un volumen de 3.553 viviendas vendidas, por lo que estimó que el 'stock' de pisos sin vender se redujo hasta 4.275 unidades. De acuerdo con los cálculos de la patronal, el «reajuste» de la sobreoferta de pisos acumulada durante el 'boom inmobiliario' podría terminar a lo largo de este año y volver a la normalidad en los próximos ejercicios.
Los promotores indican que, una vez absorbido el stock de pisos, la falta de financiación es el problema número uno de la construcción residencial, ya que impide ejecutar nuevas promociones a las empresas, al tiempo que reduce la capacidad de compra a los potenciales clientes
Oliver, que atribuyó la falta de financiación a la política del Banco de España de gravar mediante provisiones de riesgo las inversiones inmobiliarias de bancos y cajas, consideró que no queda más que «esperar a que la situación financiera se normalice».
En este sentido, el presidente de la patronal afirmó que la mayoría de empresas tiene suelos disponibles para ejecutar proyectos, en casi todos los casos paralizados por falta de financiación.
Por otra parte, el presidente de los promotores inmobiliarios explicó que el sector también se enfrenta a un problema burocrático, que limita las posibilidades de inversión.
Oliver afirma que Govern, Consell y ayuntamientos no han adecuado sus respectivos instrumentos de desarrollo urbanístico en estos años de crisis y puso como ejemplo el hecho de que sólo cuatro municipios de Mallorca se han adaptado al Plan Territorial, de 2004.