La competencia de las empresas chinas, las cadenas o franquicias de bajos precios y la propia situación de crisis económica y desplome del consumo amenazan la continuidad de muchas peluquerías tradicionales en la ciudad de Palma y resto de Mallorca, según afirman empresarios del sector y el Gremio de Peluquerías, integrado en la PIMEM.
El empresario Joan Àngel Bennàssar, por ejemplo, afirmó que la situación «es muy delicada» y aventuró que en un plazo de entre cinco y diez años «sólo quedarán peluquerías en los gimnasios, centros comerciales y cadenas de bajo coste», afirmó.
«La crisis en nuestro sector comenzó a ser muy fuerte sobre todo en el año 2010 y todos nos hemos visto abocados a hacer reestructuraciones de personal», indicó Bennássar. « Ha habido un cambio brutal en muy poco tiempo y, ahora, los dueños de las peluquerías están teniendo que volver a trabajar», añadió.
En los mismos términos, el secretario General del Gremio de Peluquerías, Agustí Baró, incidió en el problema de la competencia desleal en el sector, con la proliferación de negocios ilegales o clandestinos, con menores costes y precios reducidos. «Lo hacen para sobrevivir en momentos de crisis», afirmó. Por lo demás, Baró indicó que hay una elevada rotación en el sector, con muchos cierres pero también con aperturas.