La nueva ordenanza municipal que regula el uso de los espacios públicos, que quedará definitivamente aprobada en el pleno de este mes, deja la puerta abierta a la prohibición del 'botellón' en determinadas zonas. Aunque la ordenanza no especifica cuáles, el equipo municipal tiene en mente aplicarla en el Passeig Marítim y, posiblemente, en otras zonas. Todo apunta, aunque la aplicación concreta dependerá de una comisión específica, que además del Marítim el veto a la consumición de alcohol en grupo en la calle, llegará también a Sa Gerreria, última de las zonas de ocio nocturno que se han puesto de moda en la capital balear.
Aunque la ordenanza es de carácter general, está pensada casi exclusivamente para actuar contra el 'botellón' aunque, salvo para menores de 18 años, beber en la calle no está prohibido, pueden imponerse restricciones en determinados casos.
Àrea de intervención especial
La ordenanza, tal y como está redactada actualmente, prohibe las «concentraciones que, o bien con carácter lúdico, o bien deportivo, o bien asociadas a la práctica del 'botellón', o de cualquier otro tipo, alteren gravemente la convivencia ciudadana» en determinadas situaciones.
Así, estas prácticas estarán vetadas cuando deterioren la tranquilidad del entorno, produzcan situaciones denigrantes para los viandantes, impidan o dificulten la utilización normal del espacio público o de la circulación, o cuando el lugar de la concentración se caracterice por la afluencia de menores que consuman bebidas alcohólicas y drogas en el caso de que estas situaciones se produzcan de manera reiterada en una misma zona y la implementación de otras medidas preventivas y de intervención se demuestre insuficiente, la Junta de Gobierno Local podrá declarar esta zona como área de intervención especial.
Esto significará, aclaró la edil de Igualdad y Derechos Cívicos, Cristina Ferrer, que estas zonas podrán ser delimitadas e impedir que, entre las 22.00 y las 8.00 horas, se produzcan concentraciones que puedan facilitar la repetición de las situaciones que alteran la convivencia. Una vez entre en vigor la ordenanza, se aprobará un plan que desarrolle su aplicación.