La presidenta del Consell de Mallorca, Francina Armengol, aseguró ayer que su equipo de gobierno está dispuesto «a redimensionar todo aquello que sea necesario» para que el proyecto de vía conectora tenga el máximo consenso posible. Tanto vecinos como grupos políticos han criticado que se haya proyectado una autovía en lugar de una vía desdoblada como se había pactado en su día.
«Estamos en la fase de hablar» tanto con las entidades vecinales como con la nueva plataforma que se va a crear de asociaciones de vecinos como con los grupos políticos, que ya han presentado alegaciones como sus socios de gobierno.
Negociaciones
El Departament d'Obres Públiques está manteniendo conversaciones tanto con los afectados (vecinos y empresas) como con el Ajuntament de Palma y el de Marratxí, y se revisarán todas las alegaciones, incluidas «evidentemente» las de sus socios de gobierno (Bloc). «Esta es la voluntad», remarcó la presidenta del Consell.
Armengol incidió en que se ha presentado un proyecto de vía conectora como una «necesidad real» para mejorar los accesos a Palma y que es «mucho, mucho más razonable» que el presentado en la pasada legislatura en cuanto a especulación, previsión de atascos e impacto ambiental en los barrios de Son Sardina y Sa Garriga.
Por su parte, Unió Progreso y Democracia (UPyD) criticó ayer que el Consell haya fraccionado la redacción del proyecto en tantos contratos como tramos de que consta el proyecto global y los adjudicara mediante procedimientos negociados sin publicidad con el importe máximo que permite la ley para este tipo de procedimientos simplificados: 60.000 euros más IVA, es decir, 70.800 euros.
«La adjudicación de este contrato tiene todos los visos de contravernir la Ley de Contratos del Sector Público. «En qué han quedado los cantos de transparencia de Armengol», se preguntó.