La salida de Jaume Font del Partido Popular ha provocado «preocupación», como reconocía ayer un integrante de la dirección de la propia formación conservadora. Es la expresión más suave de la sensación que manifiestan algunos de los sectores que se consideran más 'regionalistas' del PP balear, radicados principalmente en el part forana de Mallorca.
Sin querer, todavía, identificarse públicamente, el análisis de la situación generada por la marcha de Jaume Font deriva en un reproche al presidente regional, José Ramón Bauzá, al que consideran que «no ha sabido manejar la situación», en alusión a la necesidad de desactivar lo que ya parece inevitable: la creación de una formación política que restaría votos al Partido Popular.
Lo más llamativo de la situación es que la mayoría de los encuestados coinciden en denunciar la falta de explicaciones que ha dado Bauzá sobre los motivos por los que se ha llegado a forzar la salida de Font, toda vez que éste, según ha trascendido, había rebajado bastante sus pretensiones en las últimas semanas, una vez que se había descartado su posibilidad de encabezar la lista del PP al Consell.
Lo cierto es que la anunciada formación de Font, Lliga Regionalista Balear, ha desbaratado por completo las expectativas electorales del Partido Popular en los comicios del próximo mes de mayo. Los conservadores ven peligrar, ahora, las mayorías absolutas en circunscripciones como Palma o Mallorca.