El presidente de la Associació Drets Humans de Mallorca, Bernat Vicens, y la miembro activista de esta ONG Aina Calafat viajaron del 14 al 22 de este mes a los campamentos de refugiados saharauis en Tindouf, invitados por el Gobierno de la República Àrabe Saharaui Democrática (RASD). Vicens y Calafat habían sido invitados por el ministro de Cooperació de la República, Salec Baba Hassena, después de la visita que éste realizó a Mallorca el pasado mes de noviembre.
Durante estos días ambos han tenido ocasión de conocer y ser testigos de la vida en estos campamentos de un pueblo que sufre la vulneración de derechos humanos básicos. La primera de las numerosas visitas que realizaron fue a la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis, a cuyo presidente, Abdeslam Omar Lahsen, invitaron a visitar Mallorca para dar a conocer a la sociedad mallorquina su dura realidad.
Vicens y Calafat conocieron también el centro de heridos de guerra y posguerra, el Museo de la Resistencia, el muro levantado por Marruecos o las escuelas y pequeños hospitales que hay en las wilayas (ciudades) que componen el asentamiento saharaui en territorio argelino. También tuvieron ocasión de reunirse con el presidente de la RASD, Mohamed Abdelaziz; el presidente del Parlament, Jatri Aduh; el ministro de Sanidad, Sid Ahmed Taib, o el de Justicia, Hamada Sahna, entre otras autoridades.
Después de escuchar de primera mano innumerables testimonios de la vida en los campamentos y de comprobar que la idea de retomar las armas parece contar con amplio apoyo entre la juventud saharaui, Vicens y Calafat han regresado impresionados y con el firme propósito de «ayudar en todo lo posible para ayudar al pueblo saharaui», aseguraron. Además, Vicens quiere interceder para lograr que el juez Baltasar Garzón visite los campos.