El presidente de Unió Mallorquina (UM), Josep Melià, presentó ayer a su partido como la opción «más parecida» a Convergencia i Unió. Melià apuntó esa semejanza durante una conferencia para dar a conocer el proyecto de «nuevo mallorquinismo para un proyecto de país renovado» en que se ha embarcado su partido. Un partido que, no ocultó, «ha tenido luces y sombras».
Meliá no ocultó la gravedad del momento actual. Afirmó que «vivimos tiempos de cambios, de incertidumbre y de crisis». Y que UM también está afectada. Eso sí, dejó claro que su partido ha decidido «iniciar una nueva época» y recordó el papel que ha jugado su formación política y las cosas que ha hecho bien. Fue beligerante con la educación y con la necesidad de mejorar la competitividad. Dijo que este asunto, la educación, es una «cuestión de estado» y abogó por dejar atrás la imagen del «nuevo rico». Tampoco evitó el debate sobre la reforma de la Administración y la necesidad de «adelgazarla».
Demasiado lejos
Dejó en el aire la idea qué quizá, se había ido lejos en la aprobación del Estatut. Insistió en la importancia de la proximidad en la toma de decisiones.
La conferencia de Melià fue presentada por el ex conseller Alexandre Forcades. El ex conseller, presidente del Cercle d'Economía, pronosticó que «en un tiempo de caos total» como el actual, un político como Melià y un partido como UM podía ser un revulsivo y volver a ilusionar. Forcades recordó que el centro «no es la mitad», «sino en el equilibrio» y que Melià lo sabe porque ha leído a Aristóteles.