El Ajuntament de Palma estudia la posibilidad de adelantar la hora de cierre de los bares de sa Gerreria para poder compaginar el derecho al descanso de los vecinos con el ocio. «Una de las cosas que se pueden estudiar es el tema de los horarios y vamos a ver que margen de maniobra tenemos», explicó el presidente de la junta de distrito Centro, José Hila, que ayer se reunió con Fepae y la plataforma de vecinos de sa Gerreria que se ha constituido por los problemas de ruido.
La presidenta de Fepae, Soledad Sarabia, manifestó que le han pedido al Ajuntament un PERI (Plan Especial de Reforma Interior) de usos «a imagen y semejanza de sa Gerreria». Se trata de regular los usos de la zona y que los bares cierren a las 00:00 horas. «Los vecinos no quieren un PERI como el de sa Calatrava», aclaró.
Sin embargo, el equipo de gobierno no es partidario de crear un PERI para sa Gerreria. «Creemos que la solución se puede alcanzar con el tema de los horarios y las aglomeraciones en la calle», concretó Hila. Además, reiteró que el Consistorio palmesano encargará un estudio de ruidos para conocer los niveles que se alcanzan en la zona.
Derechos
Pese a la discrepancia del PERI de usos, la presidenta de Fepae valora positivamente la reunión que mantuvieron ayer, a la que también asistió el regidor de Seguretat Ciutadana, Antoni Donaire. Sarabia adelantó que se elaborará «una propuesta técnica y jurídica que consensúe todos los derechos: el derecho a descansar y el derecho al ocio». Además, puntualizó que se reunirán cada 15 días con el equipo de gobierno para analizar la problemática del ruido, que se produce especialmente los martes por la noche en la conocida ruta 'martiana'.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Vecinos Canamunt, Ferran Tarongí, también está a favor de adelantar el horario de cierre de los bares de sa Gerreria, aunque no han fijado una hora concreta. Otra de sus principales reivindicaciones es que se restrinja la posibilidad de abrir nuevos bares en la zona.
Fepae y la Asociación de Vecinos Canamunt hicieron especial hincapié en que no están contra los restauradores, ya que quieren un barrio vivo, pero en el que se pueda descansar.