El comercio asiático establecido en Palma que se dedica a la peluquería o que mantiene pequeños bazares, abrió ayer sus puertas, no así el dedicado al textil o al calzado, que decidió no abrir sus puertas por falta de clientes, alegó un propietario que regenta varios locales en la zona de Pere Garau.
La zona del conocido mercado, uno de áreas de Palma donde más establecimientos chinos hay, presentaba ayer un aspecto muy «mallorquín». La mayoría de los comercios cerrados.
Colmados
No así los pequeños bazares, donde se puede encontrar un poco de todo y a buen precio, sí mantuvieron sus locales abiertos al púbico. Es el caso de la calle Blanquerna o Avinguda Argentina.
La normativa de comercio permite, al amparo de la conocida como ley Montilla, que los locales menores de 300 metros cuadrados permanezcan abiertos sin restricciones.
La posibilidad de abrir cuando uno quiera es, por tanto, decisión del empresario.
Una costumbre que en China es precisamente tradicional, ya que son los días festivos cuando más gente aprovecha para realizar sus compras. Con todo, el comercio chino se adapta a las costumbres locales.