«Somos ciudadanos de tercera; nos sentimos abandonados». Así de contundente se manifiesta el presidente de la Asociación de Vecinos de Es Pil·larí, Pedro Medina, que explica que el equipo de gobierno no ha prestado atención a las demandas de los ciudadanos durante esta legislatura. Una de las principales reivindicaciones de los vecinos de Es Pil·larí es que los autobuses de la línea 31 de la EMT salgan a las 6:30 horas de la mañana, en lugar de a las 7:00 horas, para que a los adolescentes les de tiempo a llegar al instituto. Se trata de unos 20 alumnos a los que sus padres tienen que llevar al colegio o enviarlos en transporte privado, ya que no les da tiempo a llegar en bus. Desde el Consistorio palmesano les han contestado que adelantar media hora la salida de los autobuses trastoca los horarios de las líneas.
Parada de bus
Otras de las peticiones de los vecinos de Es Pil·larí es que se instalen marquesinas en las paradas de autobuses, que se mejore el asfaltado de las calles, que se reparen las aceras rotas y que se intente dotar de ellas a las calles que no tienen. Medina destaca que el pasado 21 de abril se reunieron con los directores generales de Mobilitat, Urbanisme y Manteniment del Ajuntament de Palma para darles a conocer sus reivindicaciones. Sin embargo, apunta que prácticamente no han cumplido ninguna de ellas. Una de las más importantes es la de poner un paso para peatones elevado en el colegio; la directora general de Mobilitat, María Luisa Gracia, se comprometió a ponerlo, pero aún están a la espera.
El presidente de la Asociación de Vecinos de Es Pil·larí también denuncia que el equipo de gobierno de Aina Calvo no ha invertido nada. Eberhard Grosske, se comprometió a dotar de un casal de barri a esta barriada, cosa que tampoco se ha hecho. Pese a esta larga lista de demandas, los vecinos de Es Pil·larí están resignados y esperan a que lleguen las elecciones para que los políticos se comprometan a solucionar sus problemas. «Hasta que no lleguen las elecciones lo damos por perdido; pedimos cosas en el Consell Territorial de distrito y es como tirar piedras al mar», sentencia Medina, que pidió una reunión con la alcaldesa Aina Calvo a principios de la legislatura y aún no lo ha recibido.