El conseller de Presidència del Govern, Albert Moragues; el presidente del Consell Regulador de la Denominació d'Origen Oli de Mallorca, Josep Oliver, y la rectora de la UIB, Montserrat Casas, firmaron ayer un convenio por el que se encargará a la Fundació Universitat-Empresa de les Illes Balears la elaboración de un estudio para determinar la viabilidad de la solicitud de la Denominació d'Origen Oliva de Mallorca, con el objetivo de impulsar el sector de la aceituna insular.
El acuerdo establece que la Fundació Universitat-Empresa realizará el estudio y la Conselleria destinará 15.000 euros para los gastos del proyecto.
400 productores
El estudio se hará bajo la responsabilidad de la doctora Carme Rosselló, catedrática d'Enginyeria Química de la UIB, mientras que el Àrea d'Agricultura i Pesca de la Conselleria de Presidència asumirá la dirección.
La Conselleria informó de que el Consell Regulador, que representa a más de 400 productores de oliva e industrias de la Isla que se dedican a la elaboración y envasado de aceite de Mallorca o de olivas mallorquinas, considera que sería «muy beneficioso proteger y diferenciar la oliva mallorquina mediante una denominación de calidad», para lo que es necesario llevar a cabo un estudio que acredite la reputación de este nombre y demuestre la calidad diferenciada vinculada a la zona de producción. Esta identificación y diferenciación, aseguró, «otorgaría a la oliva mallorquina un valor adicional en su comercialización».
En las Islas se salan olivas de cuatro formas diferentes: verdes senceres , verdes trencades , negres senceres y negres pansides.
Las técnicas para elaborarlas son diferentes a las empleadas en la saladura de otras clases de fuera, como las sevillanas o la manzanilla, «lo que hace que tengan un sabor totalmente diferenciado, que disfruta de consumidores incondicionales y un buen mercado potencial», declaró Presidència.
La zona de producción de olivas y de elaboración de Oli se extiende a todos los municipios de la Isla.