La secretaria de Unió Mallorquina (UM) en el Ajuntament de Palma, Gregoria Morata, declaró ante el juez que investiga contratos de trabajo expedidos por productoras afines a esa formación nacionalista, que el ex conseller de Esports i Joventut Mateu Cañellas le pagaba «en efectivo» por realizar encuestas en barrios de Ciutat.
Morata, imputada en la pieza separada del 'caso Maquillaje' , subrayó que estaba contratada en Ambitt Digital, un puesto de trabajo que le había ofrecido el propio Cañellas, pero que «nunca» estuvo en la sede de esa sociedad audiovisual vinculada a Vídeo U. Ambas empresas recibieron subvenciones millonarias del Consell de Mallorca en la pasada legislatura.
Nóminas
Morata explicó que las encuestas sobre «problemática de los barrios» las entregaba a Mateu Cañellas en la sede de UM, y que, entre 2003 y 2007, «nunca» miró las nóminas de la empresa por la que estaba trabajando.
Otro de los imputados que declaró ayer, Santiago Sánchez, también señaló al ex conseller de Esports como el dirigente de UM que le había ofrecido dos contratos de trabajo, uno en Vídeo U y el otro en Ambitt Digital, aunque las nóminas se las entregaban en el Consell de Mallorca. Petra Verdú, también imputada, explicó al juez y al fiscal que le hicieron «cambiar de boli» para firmar las nóminas de Ambitt Digital, aunque en realidad su trabajo era ir puerta por puerta haciendo encuestas para UM. Añadió que «Antoni Baró me llamó para decirme que tenía que mentir para ayudar a Miquel Nadal».
Explicó, asimismo, que la ex concejal de UM Cristina Cerdó le consiguió trabajo en Agenda Local 21 de Medi Ambient.