Unió Mallorquina ha considerado una «vergüenza absoluta» la suspensión del Plan de Reconversión Integral (PRI) de la Playa de Palma y ha exigido seriedad y responsabilidad al resto de formaciones políticas para el cumplimiento del pacto, alcanzado el pasado mes de septiembre, con el fin de apoyar la reforma de esta zona turística.
Así lo ha manifestado en el Parlament el portavoz de UM, Josep Melià, al ser preguntado en los pasillos del Parlament sobre esta cuestión, quien, además, ha expresado su indignación por la retirada de la tramitación urbanística y ha exigido al Govern y el Consorcio, que, tal y como se acordó, se apruebe inicialmente un nuevo PRI y se exponga públicamente antes de final de este año o principios de 2011.
En esta línea, Melià ha criticado que en estos momentos los demás partidos quieran «echar balones fuera» y les ha pedido que estén «a la altura de las circunstancias» y sean responsables y serios para sacar adelante la reforma de la Playa de Palma.
Asimismo, el portavoz 'uemita' ha remarcado que su formación se creyó que la reconversión de esta zona en un destino turístico de primer orden, era una «cuestión de Estado», y, por ello, tanto él como su partido, no se han dedicado «a echar gasolina al fuego», como han hecho otros, ha censurado.
El Bloc dice que hay una "falta de valentía"
El líder del Bloc per Mallorca, Biel Barceló, ha tildado la retirada del plan urbanístico de la Playa de Palma de «despropósito», ha señalado que de nuevo se ha hecho con «falta de valentía» y de forma unilateral y ha lamentado el retraso que esto supondrá para el proyecto de reconversión turística.
No osbtante, Barceló, en declaraciones a los periodistas en los pasillos del Parlament, ha manifestado que espera que finalmente se llegue a un acuerdo político y social sobre el proyecto, aunque ha adelantado que la aprobación del nuevo documento no se hará antes de las elecciones.
Barceló ha sustentado su opinión en que todo el mundo sabía que el Plan de Reconversión de la Playa de Palma (PRI) salió sin consenso adecuado, que la génesis se empezó mal y que, a pesar de que se sabía que no estaba consensuado, el Consorcio lo sacó adelante.
«Lo que había que hacer era seguir adelante, con las reformas y las modificaciones pertinentes y necesarias que se derivaban de la propia falta de consenso sobre el plan, contemplando las alegaciones de todos y reformulando el documento», ha manifestado.
El problema de retirarlo, ha insistido, es que ahora el proceso «se retrasa» de tal modo que el documento no estará listo hasta después de las elecciones y «se habrá perdido un tiempo importante y precioso», ha concluido.