La reforma y reconversión integral urbanística de la Platja de Palma no se llevará a cabo tal y como estaba contemplada en el Plan de Reforma Integral (PRI), circunsantancia que ha motivado que la gerente del Consorcio Urbanístico, Margarita Nájera, haya planteado tres exigencias para continuar en el cargo.
La fuerte contestación social habida hasta el momento, con cerca de 1.700 alegaciones al PAI, según partidos políticos y urbanistas, es la prueba palpable que se ha actuado con prisas y con una estrategia equivocada, de ahí las declaraciones del president del Govern, Francesc Antich, en la pasada World Travel Market de que «la idea no es retirar todo el proyecto, sino aquellas actuaciones urbanísticas más conflictivas y contestadas. Solamente se actuará con consenso».
La junta rectora del Consorcio Urbanístico de la Platja de Palma tomára este lunes una decisión histórica, como es la de dejar aparcado el Plan de Reforma Integral, así como la de dar el visto bueno a un paquete de actuaciones menores urbanísticas, que no están afectadas por el PRI, teniendo como objetivo prioriario a corto plazo la rehabilitación integral de 18 edificios, de un total de 168 que se verán afectados por esta medida, cuya actuación cuenta con una inversión global de 50 millones de euros.
Continuidad de Nájera
Asimismo, la junta rectora del Consorcio Urbanístico deberá dar una respuesta a las tres exigencias que ha impuesto la gerente Margarita Nájera para continuar como gerente, ya que en caso contrario dejará el cargo en un plazo de uno o dos meses.
Este mismo lunes se presentará a la junta rectora los anteproyectos de unos 20 edificios para elegir los que serán objeto de la rehabilitación integral. Dicha rehabilitación será en tres temas básicos: funcional (ascensores, etc), estético (nuevo modelo de las fachadas de la Platja de Palma con carácter mediterráneo) y en al ambito enérgetico (se reduce el 50% del consumo eléctrico).
De forma paralela se arbitrará un convencio entre la Conselleria d'Habitatje y el Gobierno central para determinar las subvenciones en cada edificio y cuál será la cuota a pagar por los vecinos, para lo cual se firmará un convenio con entidades financieras. Asimismo, está contemplada la compra de solares, hoteles y locales comerciales de mutuo acuerdo con sus propietarios y sin expropiaciones.
Son las dos únicas medidas que el Consorcio Urbanístico de la Platja de Palma acometerá de aquí a las elecciones de mayo de 2011, con el fin de evitar la polémica y la contestación social.