El presidente de UM-Palma, Marc González, calificó ayer de «incoherente, acomodaticio y pensando en una postura predeterminada de José Ramón Bauzá» el proyecto de modificación del llamado 'decreto de mínimos' -que regula la enseñanza en catalán en las escuelas- del Partido Popular, cuyo portavoz en la materia, Rafael Bosch, explicó el pasado domingo en una entrevista en exclusiva para Ultima Hora. Respecto a las evetuales consecuencias políticas de este modelo, frente a un posible pacto postelectoral entre PP y UM, indicó que «si los conservadores se enrocan en este planteamiento se imposibilitaría el pacto. Pienso que si quisiesen un acuerdo tendrían que flexibilizar sus posturas».
En opinión de González, «Bosch no puede ignorar que lo que pretende es ilegal, quiere convertir el modelo lingüístico en una especie de rifa cuatrienal en los centros (en referencia a los referéndums que propone el PP). Hay un principio de autonomía pedagógica de cada colegio que garantiza la Ley Orgánica de Educación».
Para el dirigente de UM «los intereses del PP en esta materia son electorales, por esto creo que es una irresponsabilidad el plantearlos de esta manera. Además de creer que no lo comparten otros expertos del PP éste es un modelo que no se puede llevar a la práctica por ilegal».
«Nosotros también apostamos por el trilingüismo (inglés o alemán), pero no a costa de la lengua catalana», advierte Marc González, que recuerda que «el catalán no está normalizado en la vida social de Balears, el castellano es la lengua dominante».
Oferta suficiente
En cuanto a las posiblidades reales de elección de modelo lingüístico en las Islas, González entiende que «hay una oferta suficiente de centros públicos para la demanda que existe», al tiempo que recuerda que el 80 por ciento de los centros concertados «aplican el 'decreto de mínimos' a rajatabla (la mitad de las asignaturas en cada idioma)».
Desde su punto de vista el debate planteado desde las filas del PP «es artificial», aunque reconoce que hay que mejorar la posibilidad de centro por parte de los padres, pero lo que no se puede hacer es dejar el gobierno de los centros a los padres. Otra cosa es fomentar la participación».