La nueva arteria trasversal que llevará agua a las zonas de Llevant y sur de Mallorca no estará finalizada hasta, como mínimo, dentro de diez años si no hay contratiempos y siendo «optimistas» ya que, como recuerda el director general de Recursos Hídricos, Antoni Rodríguez Perea, «las obras de sa Costera tardaron la friolera de 17 años en terminarse».
Por el momento, junto al ya conocido eje hídrico que ofrece agua desde Andratx hasta Alcudia, los trabajos de la nueva arteria hídrica han finalizado en el tramo que abarca Llubí-Maria de la Salut y está en licitación el nuevo tramo María-Petra para, a continuación, ir de esta localidad hasta Manacor y finalizar, dentro de diez años, en dos ramales que conecten Manacor con Son Servera y otro con Santanyi. Lo que se pretende, cuando esté terminado este trazado, es que todos los municipios de Mallorca estén conectados y puedan recibir agua si los municipios tienen algún problema de suministro de cualquier tipo.
Potenciar los recursos
El objetivo de Govern y Ministerio con este proyecto es evitar la sequía que, entre 1995 y 2001, «tuvo en jaque» a Mallorca pero, especialmente, a la bahía de Palma por la escasez de agua que obligó a traerla de la península. Según los esquemas que maneja la dirección general de Recursos Hídricos, desde hace más de 50 años los ciclos climáticos característicos de Balears pasan por dos años lluviosos, cuatro normales y cuatro muy secos y la demanda de agua presenta una curva que se sitúa en desfase con la precipitación, es decir, la máxima demanda anual se produce en verano y en los años secos. Por eso, señala Antoni Rodríguez, es tan importante «contar con todos los instrumentos que tenemos a mano para evitar la sequía y la escasez de líquido».
Así, Mallorca cuenta por un lado con cuatro desaladoras para tener agua potable y que están situadas en Calvià, Andratx, la Bahía de Palma y la de Alcudia, finalizada este año y que no ha tenido que ser usada este verano porque «hemos tenido agua suficiente y no ha habido demanda», asegura el director de Recursos Hídricos. En este sentido, Rodríguez resalta la alta calidad del agua producida por las desaladoras, «lejos queda ya esa primera agua que llegaba, que era muy cruda, no gustaba y, además disolvía las tuberías viejas de cobre llegando con un color rojo óxido. Ahora tiene un gusto normal».
Pero el instrumento más efectivo para cubrir las necesidades hídricas de la isla y que, además, presenta la mejor calidad posible se encuentra en los recursos subterráneos de Mallorca. Así, los acuíferos de sa Marineta de Llubí, el de S'Estremesa y Sa Costera se han convertido en «piezas fundamentales» de los recursos acuíferos de Mallorca, junto a los embalses y pantanos gestionados por Emaya. Y en este «triángulo acuífero» se conserva en la actualidad agua suficiente para facilitar el consumo de un año de la capital palmesana, algo que antes en Mallorca se podía considerar una «utopía».