El Consell de Mallorca acabará este año, marcado por una doble crisis (la económica y la institucional que provocó la ruptura del pacto con UM el pasado febrero) con las cuentas saneadas, un recorte de gastos pactado por todos los grupos, incluido el PP, y bordeando en superávit, eso es que al final del ejercicio haya más ingresos de gastos.
Así se desprende, al menos, del trabajo de los informes previos a la elaboración de las cuentas del próximo año, que se reducirán en 35 millones respecto a los de este año y que cumplirán todas las obligaciones para contener el déficit. El Consell de Mallorca es una de las instituciones que podrán eludir la prohibición de endeudarse, que sí afecta a otras corporaciones locales, como el Ajuntament de Palma o el Consistorio de Madrid. Precisamente, la situación financiera del Consell es lo que les ha permitido evitar esta restricción. Desde el departamento de Hisenda, que dirige el socialista Antoni Alemany, se señala que el escenario financiero del Consell, así como el amplio acuerdo logrado entre todas las fuerzas políticas para acordar una serie de recortes y establecer prioridades, debería permitir la aprobación de las cuentas del próximo año, salvo que haya alguna consigna por cuestiones de estrategia política o se quiera vincular la oposición del PP a la prórroga de los presupuestos de la Comunitat Autónoma al debate que está a punto de abrirse en el Consell que preside Francina Armengol.
Voluntad de acuerdo
«No iremos a la negociación con ideas preconcebidas, estamos a la espera de que nos presenten el proyecto para estudiar las partidas y ver si es posible el acuerdo», señala el portavoz de los 'populares' en la institución insular, Fernando Rubio. Rubio se muestra muy satisfecho de los recortes pactados entre los partidos, cuando Jaume Font aún era portavoz, y que permite al Consell afrontar el final de año con una situación «relativamente saneada».
El pasado julio, cuando parecía que el Consell no se iba a poder endeudar el próximo año, el equipo de gobierno aceptó una propuesta presentada por Font para crear una comisión y establecer una serie de prioridades y pactar un plan de ahorro.
Cosme Bonet, conseller de Presidència, dijo ayer que espera que el relevo de Font no dé al traste con este «principio de acuerdo» para que el Consell pueda sacar adelante los presupuestos de 2011, bien con fecha del 1 de enero o, como este año, tras una prórroga de dos meses. Bastaría la abstención del PP.