El Govern subsanará todas las deficiencias propuestas en el informe técnico que ha elaborado el Ajuntament de Palma para Son Bordoy, aunque el informe no sea vinculante, según anunció ayer la portavoz del Govern, Joana Barceló. Como se recordará el informe de Cort no es vinculante, ya que no se pudo aprobar por mayoría absoluta debido a la ausencia del regidor del PSOE Paco Donate, de baja por enfermedad.
«El Govern lo entiende vinculante», recalcó la portavoz del Govern, para quien el visto bueno al proyecto por parte del Consistorio palmesano es un motivo de «satisfacción», ya que redunda en beneficio de las personas con dificultades de acceso a la vivienda. En total, se construirán 750 viviendas, 500 de ellas de protección oficial.
Críticas del Bloc
Mientras Barceló anunciaba esta decisión, el portavoz del Bloc en Cort, Eberhard Grosske pedía al Ejecutivo autonómico a través de los medios de comunicación que considerase vinculante el informe. «Sería incomprensible que el ejecutivo autonómico también se aprovechase de la enfermedad de un regidor del PSOE para no tener en cuenta al Ajuntament», dijo Grosske para quien el PP sí se aprovechó de la situación.
El portavoz del PP en Cort, Julio Martínez, explicó que «por coherencia» no podían votar a favor de un proyecto al que definen de «pelotazo» y señaló que «Grosske tiene que explicar por qué levantó la mano si todos los informes señalan deficiencias, incluido el medioambiental».
Por su parte, el GOB manifestó su oposición a la urbanización de Son Bordoy y calificó de «lavado de cara» las modificaciones que propone el informe técnico de Cort. Así, la portavoz de los ecologistas, Margalida Ramis, argumentó que «es un proyecto difícil de entender», ya que consideran que dificulta la consolidación del espacio rural de Ciutat; así como porque en la Isla hay muchas viviendas vacías y otras sin terminar de construir.