El Ajuntament de Palma congelará, por segundo año consecutivo, las tasas, impuestos y servicios municipales durante el año que viene y volverá a renunciar a aplicar la revisión de los valores catastrales de la localidad, que solo subirá el 1% que marca el Estado.
Según ha informado hoy el concejal de Hacienda, Andreu Alcover, el año que viene el autobús urbano, aparcar en las zonas ORA o disfrutar de las instalaciones de deporte municipales seguirá costando lo mismo y tampoco subirá Emaya, ni en la tasa del agua ni en la de residuos.
Se mantendrán todas las bonificaciones, el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), el Impuesto de Vehículos, el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), así como las tasas sobre licencias urbanísticas, de apertura de establecimientos, mercados, vados y grúa.
También se congelará la tasa de tratamiento de los residuos sólidos urbanos (TIRSU) que, este año, ha visto subir en un 92% la demanda de cuota reducida para personas con rentas bajas, según ha detallado Alcover, quien ha reconocido que este impuesto es uno de los pocos que sí ha crecido por encima del IPC en esta legislatura.
Sin embargo, ha recalcado que, en estos cuatro años de gobierno de la socialista Aina Calvo en Palma, la presión fiscal en el municipio habrá bajado en general respecto al IPC, algo que se ha conseguido a pesar de la crisis gracias a un presupuesto austero.
Si en 2007 el presupuesto de Palma fue de 649 millones de euros, en 2010 ha sido de 586 millones, «esto en los ayuntamientos del PP no pasa, por eso para lecciones de austeridad que vengan al Ayuntamiento de Palma», ha presumido Alcover, que ha adelantado que las cuentas del año que viene serán entre un 5 y un 7% más bajas.
«El movimiento se demuestra andando», ha insistido, para añadir que si se mantiene esta estrategia de mantener el gasto presupuestario o incluso se reduce, podría aplicarse de nuevo en 2012 la que sería la tercera congelación de impuestos en el municipio.
Esto podría hacerse, según Alcover, porque la caída de la recaudación «ha tocado fondo» y ahora se mantiene y tampoco se prevé que se reduzca de forma importante los impuestos recaudados por construcción.
Por el momento, el equipo de gobierno de Palma deberá centrarse en negociar las cuentas de 2011 con la oposición, que para ello ha puesto sobre la mesa toda una serie de condiciones que, según Alcover, se están cumpliendo.
Así, no se ha incrementado la presión fiscal, los presupuestos serán austeros, se congelará la partida de personal, se incrementarán las de ayudas urgentes y las de promoción económica; habrá solo endeudamiento en casos justificados y se buscará un consenso para las inversiones de capitalidad.
Respecto a una nueva condición de los «populares» de que no apoyarán las cuentas si el Govern sube los impuestos, Alcover ha considerado que no es más que una «excusa de mal pagador» y que lo que haga el ejecutivo autonómico no tiene nada que ver con Palma.
«Esto no sirve de excusa. Lo que tiene que haber por parte de la oposición es voluntad de negociar», ha zanjado el edil de Hacienda de Palma.