La modificación de la Ley General Turística aprobada por el Parlament el pasado mes de junio con el consenso de todos los grupos parlamentarios, que implementaba al máximo el decreto ley 1/2009 de medidas urgentes para impulsar la inversión en Balears, ha culminado, de momento, con la presentación de 17 proyectos de reconversión y reforma hotelera en Mallorca, dos en Menorca y una en Eivissa, cuyas obras se iniciarán a partir de la segunda quincena de octubre y se prolongarán hasta finales de marzo de 2011. La inversión global será cercana a los 60 millones de euros, de los cuales más de 50 se ejecutarán en Mallorca.
Las zonas turísticas de la Isla en que están ubicados los establecimientos turísticos que se van a reformar son la Platja de Palma, Cala Millor, Palma Nova, S'Illot, Cala Ratjada, Porto Cristo e Illetes. Tanto en Mallorca como en Eivissa y Menorca, «las reformas que se van a llevar a cabo son estructurales en algunos casos, con el fin de mejorar servicios, y también hay hoteles que quieren aumentar de categoría con estas obras para mejorar su comercialización», indican desde las patronales hoteleras de las Islas.
La Conselleria de Turisme tiene arbitrada una oficina para facilitar toda la información y facilitar que los empresarios puedan agilizar al máximo sus inversiones.
Reformas estructurales
Uno de los establecimientos que va a realizar una reforma drástica es el HM Gran Fiesta de la Platja de Palma. El propietario de la cadena y ex presidente de la Federación Hotelera de Mallorca, Antoni Horrach, afirma que «estas reformas estructurales son vitales para mejorar la competitividad de la oferta de alojamiento, así como para readecuarse a los cambios de la demanda y a los nuevos productos turísticos. En nuestro caso reconvertiremos parte del hotel para adecuarlo para cicloturistas, lo cual nos permitirá captar más clientes, aumentar la ocupación y abrirnos a nuevos mercados, todo ello gracias a la mejora de infraestructuras y servicios».
Ley General Turística
El Parlament aprobó en junio el cambio de la Ley General Turística con la modificación del decreto ley 1/2009, con la finalidad de potenciar las reformas parciales o integrales, demoliciones y reconstrucciones de edificios turísticos (hoteles y apartamentos) respetando las superficies originales, circunstancia que si se hacían antes implicaba un pérdida de volumen edificatorio y, en consecuencia, de plazas turísticas.
El consenso político alcanzado permitió simplificar la normativa para mejorar los establecimientos y, de este modo, ganar competitividad frente a destinos nacionales e internacionales.
Con el cambio aprobado por el Parlament se propicia la simplificación de la tramitación administrativa (municipal y autonómica) para realizar estas obras y facilitar que los edificios turísticos puedan optar a reformarse, disminuyendo el número de documentos que se tienen que presentar para acomenter este tipo de reformas.Asimismo, la modificación buscaba la máxima agilidad de la administración en la resolución de licencias: en el termino máximo de dos meses desde la solicitud de autorización se considerará otorgada la licencia por «silencio positivo», recoge el cambio introducido en la Ley General Turística.