Tres años y dos días después, el Palau d'Esports de Son Moix sigue siendo foco de discusión. Cuando al fin parece que el proceso burocrático se ha acelerado y se espera que a principios de 2011 se inicien los trabajos de reconstrucción del pabellón y la piscina, el otrora recinto deportivo de referencia de Ciutat se convierte en foco de debate entre los gestores que a lo largo de la presente legislatura ha tenido el Institut Municipal de l'Esport (IME). Tanto, que el anterior presidente del ente y secretario de organización en Palma de Unió Mallorquina (UM), Baldomero Oliver, no duda en afirmar que «el grueso se ha calcado. Se han modificado pocas cosas, se ha hecho una modificación de la obra concursada».
Oliver recuerda los problemas de financiación que condicionaron su gestión sobre la reforma de la instalación, y que «el proyecto estaba adjudicado, pero la obra no, y con la ruptura del pacto se paralizó todo. Desde febrero hasta ahora se ha perdido un tiempo valioso. A nosotros nos dijeron que en abril de 2009 estaria todo a punto, pero se fueron dando plazos que nunca se cumplieron. En diciembre de ese año se nos anuncia que serán quince millones y recibiremos ayuda gracias a la Llei de Capitalitat, pero no nos dejaron acabar el trabajo», prosiguió Oliver, refiriéndose a una obra que lleva invertidos tres millones y precisa quince más para completarse. El dirigente centrista incide en que se ha ampliado ligeramente el aforo del pabellón, cambiándose el color de las sillas -ahora rojo- y una de las variaciones más ostensibles la sitúa en la fachada. «Nuestra idea era la darle colorido y luminosidad con un mosaico de colores», dijo Oliver, que lamentó «que se hayan perdido ocho meses», pese a admitir la parte de culpa en el retraso de su equipo.
Consenso
La actual regidora y presidenta del IME, Maribel González, reconoció que «se han modificado cosas puntules. Se ha aprovechado parte del trabajo hecho, corrigiendo deficiencias. Ellos hicieron el proyecto del pabellón, nosotros variamos algunos aspectos, y redactamos el de la piscina, con la ayuda de los técnicos, unificando la licitación de ambas secciones». González evitó entrar en polémicas, aunque dejó ver que sus antecesores «no tuvieron la confianza de los técnicos, pero si dicen que es suyo, no voy a entrar en discusiones».