Recientemente visitó Mallorca el arzobispo Policarpo, representante de Su Santidad Bartholomeos I, patriarca de la Iglesia Ortodoxa. Durante su visita a la Isla ha conocido los testimonios bizantinos en Balears, así como las basílicas paleocristianas de Son Peretó y Cabrera, «testimonios eclesiásticos de la época en la que todos los fieles de Cristo vivíamos unidos en una hermandad que a toda costa tenemos que volver a establecer».
Más ortodoxos
Respecto a la presencia de fieles ortodoxos en España, el representante del patriarca Bartholomeos I en nuestro país señala que «cada día son más numerosos. La globalización y la Unión Europea han desplazado a muchos connacionales y personalmente creo que esto es bueno». Sobre este punto quiero precisar que «los obispos españoles han acogido nuestras comunidades con una generosidad y afecto que no tiene precio, una actitud que he podido comprobar en Mallorca con la visita que he realizado al obispo Jesús Murgui».
Sobre este punto, el arzobispo Policarpo se mostró esperanzado ante la posibilidad en la que se pueda celebrar una Eucaristía conjunta, entre católicos y ortodoxos.
Por último, el arzobispo Policarpo se refirió a los resultados de su visita a Mallorca indicando que «me voy con el ánimo conmovido. La caballerosidad, la simpatía y cordialidad de los clérigos y laicos que he podido conocer, además de las bellezas del paisaje, me han cautivado. Voy a ser un paladín de Mallorca ante Su Santidad y ante todos los que se interesen por mi visita. El patriarca Bartholomeos es el jerarca cristiano que se ha erigido en defensor de la naturaleza como obra de Dios. Bartholomeos I ha promovido varios congresos internacionales en defensa de la ecología y estoy seguro del amor con que los mallorquines cuidan y aman este paraíso».