«Han sido 24 horas muy duras para todos los ecuatorianos residentes en Balears. Es brutal recibir las noticias a cuentagotas, no poder saber qué puede estar pasándole a tu familia, a tus amigos, nadie se puede hacer idea», aseguraba ayer Darío Atacausi, presidente de la asociación ecuatoriana ADERB, más calmado tras las últimas noticias que aseguraban que el intento de golpe de Estado en Ecuador ha fracasado y la policía ha depuesto las armas.
Desde el pasado jueves los cerca de 17.000 ecuatorianos residentes en el archipiélago han vivido con «el corazón en un puño» las noticias sobre el golpe de Estado al Gobierno constitucional liderado por el presidente, Rafael Correa.
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«Lo único que hemos podido hacer ha sido mirar las noticias, buscar en internet sin parar e intentar llamar a tu familia, pero las comunicaciones han sido muy difíciles», señalaba Darío Atacausi tras haber podido hablar con su padre, que reside en la localidad de Ambato, en la provincia del Tungurahua.
«Mi padre me ha asegurado que todo está tranquilo, que el presidente está libre, que han depuesto las armas pero seguimos con el miedo en el cuerpo. Pensábamos que Ecuador se venía abajo», recalcaba.