Fomento del Turismo de Mallorca ha expresado este jueves su total oposición a la convocatoria de huelga general el próximo 29 de septiembre, y ha asegurado que los asociados del sector aéreo les han comunicado que se están produciendo cancelaciones de viajeros procedentes de países europeos hacia Mallorca ante el temor de quedarse descolgado en algún aeropuerto por la falta de conexiones ese día.
Así lo han asegurado fuentes de Fomento, que han aseverado que esta huelga va «en contra» de los intereses de ciudadanos, y en ningún caso va dirigida a defender los derechos de los trabajadores. Según han señalado desde el organismo, la experiencia hace prever que los servicios mínimos «difícilmente» se cumplirán al 100%, por lo que el acuerdo alcanzado entre el Ministerio de Fomento y los sindicatos, por el que se garantizan el 10% de los vuelos previstos con la UE y el 40% de las conexiones con el resto de los países.
Por tanto, habrá que ver si se cumplen al 100% o vuelan menos aviones de los previstos, como «ha sucedido en las huelgas generales anteriores». En este sentido, desde Fomento manifestaron que tras dos años de crisis económica severa, en el que la industria turística se ha resentido del descenso en la llegada de turistas, y después de un inicio de temporada marcado por los efectos del volcán islandés, «lo último que queremos es una huelga general».
Desde Fomento del Turismo también se pronunciaron acerca de la rectificación anunciada por el Ministerio en relación al mantenimiento de la subvención al precio de los billetes de avión para residentes en las islas. Fomento del Turismo ha valorado positivamente el cambio de opinión del ministro, al tiempo que se ha desmarcado del mensaje lanzado por Blanco según el cual las compañías aprovechan las subvenciones para subir las tarifas.
Según señalaron las fuentes, las compañías aéreas llevan años sufriendo los incrementos en el precio del petróleo, las elevadas tasas aeroportuarias, los seguros de las aeronaves, etc. Todas estas variables «han encarecido el coste de los billetes» y lo «fácil» es hacer un análisis «de café», cuando lo que hay que hacer, concluyeron, es «sentarse con gente que entiende y hacer números».