Las obras de la calle Fábrica tienen a los vecinos de Santa Catalina «de los nervios». Por ello, el abogado de la asociación de vecinos Es Raval de Santa Catalina, Francisco Fernández Ochoa, incorporará el próximo jueves al interdicto, que ya presentaron la semana pasada, los informes médicos en los que se ponen de manifiestos los perjuicios en la salud que están causando las obras a los vecinos. En este sentido, aseguró que muchos de ellos están tomando ansiolíticos, ya que el ruido de las obras y el estrés les han causado cuadros de ansiedad y estrés que requieren estos fármacos.
Ochoa recordó que el objetivo que persiguen con el interdicto es que el juez pare las obras, al menos hasta que el equipo de gobierno diga claramente qué va a hacer en la zona, ya que la incertidumbre también genera estrés y ansiedad a los vecinos. Además, en el interdicto se piden compensaciones por los daños que las obras están causando a los vecinos: aseguran que no pueden dormir, sacar el coche, etc. Sin embargo, el equipo de gobierno insiste en que primero se harán las obras y posteriormente se decidirán los usos.
Ocho señaló que prevén que a finales de este mes el juez acepte el interdicto y antes del día 15 visite las obras y decida si las paraliza.
El PP anunció ayer que tomarán medidas judiciales si el equipo de gobierno vuelve a incumplir un acuerdo de pleno, como ya ha hecho en tres ocasiones. En concreto, en el pleno del próximo lunes los populares presentarán una proposición en la que exigen al equipo de gobierno municipal «el cumplimiento inmediato en todos sus términos» de los tres acuerdos plenarios relativos al eje cívico de Santa Catalina. El regidor del PP Carlos Veramendi criticó que en lugar de para las obras, dando cumplimiento a los acuerdos del pleno, las han acelerados.
Quejas en Blanquerna
Por su parte, los vecinos y comerciantes de Blanquerna también expresarán sus críticas hacia el eje cívico de Blanquerna en el pleno del próximo lunes. Así, algunos de ellos aseguraron ayer a este periódico que se sienten «abandonados» porque la calle está sucia. «Los bancos hay que limpiarlos para sentarse y debajo de ellos hay mucha suciedad», aseveraron. Además, criticaron que el equipo de gobierno pone muchas trabas a los comerciantes y que no les escucha.