«La frontera ética del trasplante está en su utidad clínica», aseguró ayer en Palma el director de la Organización Nacional de Trasplantes, Rafael Matesanz, creador del llamado 'modelo español' que le ha hecho merecedor del premio Príncipe de Asturias a la Cooperación Internacional de este año.
Matesanz, que participó en el ciclo de conferencias Diálogo del Hospital de Son Llàtzer, advirtió que en estos momentos «no hay alternativas al trasplante de órganos», aunque mostró sus reparos a la aplicación de estas técnicas en órganos como el pene o el útero, pero destacó «la mejorías espectacular que se obtiene con los trasplantes de cara o manos». Desde el punto de vista técnico «se puede trasplantar casi todo menos el cerebro. La vida está en el cerebro», indicó Matesanz.
Respecto a la evolución de los próximos años, el director de la ONT argumentó que «el futuro es la regeneración de los órganos a partir de las células madre, pero todavía se está lejos de alcanzar».
Respecto al éxito del llamado 'modelo español' de trasplantes, Matesanz dijo que se basa en «la generosidad de los ciudadanos, un sistema sanitario de primer orden y una organización eficaz. De todos modos, lo más importante es que en España todo el mundo puede ser donante y todos el mundo ser receptor de un órgano, algo que no sucede en todos los países».
España tiene en la actualidad una tasa de donación de órganos de 34 por millón de habitantes, el doble que la media de la Unión Europea. «El 84% de las solicitudes de donación son aceptadas por las familias», dijo Matesanz.