El president del Govern, Francesc Antich, regresó ayer de su entrevista en el Ministerio de Fomento igual de «rebotado» que cuando se marchó.
El propio president, en una conversación telefónica con este diario antes de embarcar en el vuelo que lo iba a traer a Palma tras más de dos horas de reunión con la secretaria de Estado de Transporte del Ministerio de Fomento, dijo que «estamos igual de rebotados». En los próximos días (y con un hecho que no pasa desapercibido, que el ministro Blanco, con quien Antich no se vio, tiene previsto estar en Palma el domingo) hay prevista una ardua y compleja negociación: del Govern balear con el Ministerio de Fomento, pero también de éste con las compañías aéreas.
¿Cómo queda la situación tras la entrevista de la delegación del Govern encabezada por el propio Antich (y en la que también participaron el conseller d'Mobilitat, Biel Vicens, y la consellera portavoz y titular de Turisme, Joana Barceló? Pues, según se desprende de las palabras del president, por parte del Ministerio igual que hace unos días. Además, el Govern balear sigue sin conocer cuál es exactamente la 'receta' que se quiere aplicar en el Ministerio de Blanco para reducir gastos.
Garantizar conexiones
El compromiso que intenta conseguir ahora Antich (y así lo expondrá hoy al Parlament balear) es que de cara a los próximos presupuestos del Estado se mantenga la misma partida.
El president Antich dice coincidir con una parte del análisis del Gobierno central: que pese a la existencia de los descuentos aéreos, los billetes son más caros para residentes de Balears (sobre todo para los de Menorca y de Eivissa) que para residentes en otras comunidades.
«Nosotros podemos estar de acuerdo en el fondo, pero no podemos consentir que termine pagando la ciudadanía de las Islas», dijo el president, que no podía ocultar su insatisfacción pero que confió en hallar algún camino intermedio.
Para el president es «un buen comienzo que todavía no haya nada cerrado y que se vaya a negociar con nosotros». El president, como había hecho el pasado viernes tras la reunión del Ejecutivo, insistió en que había que garantizar la conectividad de los vuelos.
Antich sabe que hoy tiene una difícil 'papeleta' en el Parlament pero espera contar con el apoyo de toda la Cámara para hacer 'causa común'.