La empresa gestora de residuos cárnicos de Lleida comenzó ayer los traslados de despojos animales desde los dos mataderos de Palma (gestionado por Carn Illa y Matisa) y el de Felanitx (gestionado por Ramaders Agrupats) en una primera operación de prueba que resultó exitosa, según confirmaron ayer desde la Conselleria de Presidència del Govern.
Como se recordará, estas tres instalaciones permanecieron la semana pasada durante dos días cerradas por falta de un espacio adecuado para poder depositar los restos de los animales sacrificados, al no tener acceso a la finca de tratamiento con gusanos ubicada en Llucmajor después de que los vecinos de esta planta anunciaran movilizaciones ante los malos olores que padecían.
El president del Govern, Francesc Antich, anunció la semana pasada que los residuos se enviarán durante un periodo de un año a este gestor de residuos de la Península, hasta que la Isla pueda contar con una planta que realice esta función y que no se prevé que esté en funcionamiento al menos hasta mediados del año próximo.
Desde la Conselleria de Presidència, informaron que las empresa adjudicataria de la gestión de estos residuos trasladó anteayer por la tarde un primer contenedor a la Isla para posteriormente, a lo largo de toda la noche y la madrugada, adaptarlos a los transportes de residuos mallorquines.
Adaptan contenedores
Desde el departamento que dirige Albert Moragues señalan que estos contenedores deben tener unas válvulas de respiración e ir a la vez cerrados herméticamente ante los malos olores que generan, de ahí que los técnicos de la empresa decidieran realizar la primera prueba directamente en la Isla.
En cuanto a la operativa prevista, fuentes de la Conselleria de Prexsidència indican que será necesaria la movilización de tres contenedores para cada uno de los mataderos, ya que deben coincidir dos en cada uno de los trayectos (llegada y salida de Mallorca) y otro en el que cargar los residuos, de forma simultánea.