El viento que había soplado durante las jornadas anteriores y el temido 'estopeig' pudieron poner en peligro la apertura de la veda del 'raor' pero nada se tuvo que lamentar y ayer cientos de barcas se adentraron en el mar buscando las zonas arenosas dónde habitan los 'raors'.
Desde primera hora de la mañana la actividad en los puertos de Mallorca fue frenética. Una multitud de embarcaciones cargadas de pescadores ansiosos de pescar el primer 'raor' de la temporada zarparon pronto del muelle para capturar tantos ejemplares como la ley permite. Aún así el primer día sin veda resultó «una mala jornada», según explicó Narcís Vilaire, un amante de la pesca que asegura que este año «si hay 'raors', son más pequeños que los del año pasado».
Así fueron pocos los pescados que llegaron a puerto con los cincuenta ejemplares que la ley fija como tope diario a cada pescador con licencia. Las opciones, sin embargo, son pocas: o pagar los cerca de noventa euros por kilo que los 'raors' alcanzarán en el mercado o pescar con paciencia.