La Asociación de Hoteleros de la Playa de Palma ha alertado de la posible «judicialización» del proyecto de reforma ante la falta de consenso con hoteleros y vecinos. Los empresarios denuncian que el proyecto propone reformas de envergadura en establecimientos que conllevará la reducción de plazas y una merma importante de sus beneficios.
Así lo han afirmado este martes el presidente de la Asociación, Francisco Marín, y el vicepresidente José Antonio Fernández Alarcón, quienes han asegurado que la reforma planteada «no beneficia» a los hoteleros, por lo que han advertido que presentarán alegaciones a la misma que podrían alargar el proceso.
Los hoteleros aseguran que el proyecto «no es un plan de reconversión turística como estaba previsto, sino un plan urbanístico», al tiempo que han indicado que el planteamiento actual de la reforma «deja entrever» un crecimiento del suelo residencial --mediante cambios de uso y calificación del suelo--, que provocará un desequilibrio entre lo turístico y lo residencial.
Así, Marín ha subrayado que en un principio estaban «ilusionadísimos» con el proyecto y que tenían «la esperanza» de que podrían ofrecer su opinión al Consorcio encargado de la reforma para tratar de consensuarlo. No obstante, han lamentado que no haya sido así y han criticado que un proyecto de 20 años de ejecución podría haberse dilatado unos meses más con el objetivo de llegar a acuerdos con el sector turístico y vecinos de la zona y evitar así las alegaciones posteriores.
En cualquier caso, Fernández Alarcón ha puntualizado que la reforma todavía se encuentra en la fase inicial y todavía están a tiempo de que todas las partes se sienten para llegar a acuerdos en cuestiones básicas.
Unas 20.000 plazas afectadas
Así, entre algunas de estas cuestiones básicas los hoteleros han hecho hincapié en que la reducción de las plazas hoteleras no beneficiará a todos los establecimientos. En esta línea, han puesto como ejemplo el caso de hoteles de tres y cuatro estrellas que funcionan «perfectamente» y que tendrán que realizar inversiones millonarias para reformar sus inmuebles y recudir sus plazas, lo que inevitablemente conllevará una reducción de sus beneficios.
En este sentido, han afirmado que de las 40.000 plazas hoteleras que hay actualmente en la Playa de Palma, alrededor de 38.500 funcionan bien. No obstante, el plan de reforma integral prevé que se verán afectadas unas 4.000 plazas, si bien los hoteleros han asegurado que en la práctica se verán afectadas prácticamente el 50 por ciento de la planta actual, es decir, unas 20.000 plazas.
Además, en referencia a los doce hoteles que el plan prevé derruir, Marín ha dicho que este tipo de actuaciones se tendrían que haber consensuado con los empresarios, a la vez que tendrían que comenzar por los hoteles obsoletos que estarían dispuestos a ser demolidos, una treintena con unas 6.000 plazas, según ha precisado el presidente de la asociación.
«La demolición de establecimientos perfectamente operativos y con puestos de trabajo, prevista en algunos casos sólo será aceptada por la asociación si hay consenso entre las partes», han advertido los hoteleros, quienes han agregado que «la Ley ya contemplaba que todas las actuaciones deberían justificarse desde el punto de vista económico y social, situación que no se ha identificado en la documentación evaluada hasta el momento».
«Si como objetivo único está la reducción de plazas, aquí hay algo que no funciona bien», ha reiterado el vicepresidente de la asociación, el cual ha insistido en que el Consorcio «difícilmente» va a lograr que los hoteles que funcionan bien quieran realizar inversiones multimillonarias para reducir su oferta de plazas en hasta un 40 por ciento, lo que rebajará la rentabilidad del hotel.
Los empresarios de los hoteles de tres estrellas -que suponen el 60 por ciento de la planta hotelera de Playa de Palma- disponen de un plazo de tres años para adecuarse a la reforma. De lo contrario, serán incluidos en un registro de hoteles inadecuados y podrían ser expropiados.
ARCA quiere conservar el patrimonio de la zona
La Asociación para la Revitalización de los Centros Antiguos (ARCA) ha convocado a una reunión a todos los partidos políticos para buscar un acuerdo en defensa del «patrimonio etnológico, cultural y arquitectónico de la Platja de Palma» frente al plan de reordenación urbanística de la zona.
Según informa en un comunicado la entidad dedicada a la protección patrimonial, el encuentro se celebrará mañana en su sede de Palma y han sido invitados a participar representantes de todas las fuerzas políticas.
«Partiendo de la necesidad de una regeneración de la zona de Platja de Palma, ARCA planteará a los partidos la necesidad de considerar el patrimonio existente como una referencia principal en la reconversión», apunta la asociación.
Para esta entidad, es prioritario preservar la «riqueza etnológica» de Ses Fontanelles, donde se proyecta «un gran centro de ocio», las casas de veraneo originales y algunas de las canteras de la zona.