La apertura del plazo de exposición pública del plan de reconversión integral de la Platja de Palma ha convertido la sede del Consorcio Urbanístico en un auténtico perigranaje de vecinos, propietarios de locales comerciales, de establecimientos turísticos y de todo tipo de inmuebles que se verán afectados por expropiaciones. Durante estos últimos días, a raíz de todo lo publicado en los medios de comunicación, se ha producido una auténtica avalancha de vecinos que llegan al Consorcio para manifestar su protesta y exigir la máxima información.
Los técnicos del Consorcio no dan abasto ante tantas peticiones, de ahí que se ha optado por la fórmula de coger número y hacer cola.
«Nos parece muy positivo todo lo que está sucediendo, porque buscamos la máxima difusión e información sobre lo que contempla la actuación del plan de reconversión. Vienen los afectados preocupados, pero ser van más tranquilos de lo han llegado, ya que les damos todo tipo de explicaciones», indicaban ayer técnicos del Consorcio Urbanístico.
Las mismas fuentes señalan que con todas las alegaciones, «se tomarán las decisiones finales, ya que se incorporarán todas las correcciones positivas que mejoren lo que está planeado».